UNERG
UNIDAD III:
INTEGRACION COMUNITARIA III
PROMOCIONAR
CUIDADO DE ENFERMERIA EN FORMA INTEGRAL AL ADULTO Y LA TERCERA EDAD
(Material
recopilado por Lcda. Esp. Leyla Sevilla)
INTRODUCCION
El acelerado
desarrollo tecnológico en el área
de la salud
y la expansión universal de la
educación, en los últimos 20 años, han provocado enormes cambios
sanitarios y demográficos.
Uno de los mejores
indicadores de estas
transformaciones se focaliza
en la reducción progresiva de la fecundidad y en el
incremento paralelo de la esperanza de vida: mientras la población mundial
crece a una tasa anual de 1.7%, los
adultos mayores se incrementan en el orden del 2.5% anual.
El envejecimiento
de la población es uno de los mayores desafíos que tiene la humanidad. Al
entrar en el siglo XXI el envejecimiento a escala mundial impondrá mayores
exigencias económicas y sociales en todos los países. La Organización Mundial
de la Salud sugiere que: Podemos envejecer con dignidad si los países, las
regiones y las organizaciones internacionales promulgan políticas y programas
de “envejecimiento activo” que mejoren la salud, la autonomía y la
productividad de los ciudadanos de más edad-.
Los
adultos mayores tienen una mayor
prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles (hipertensión arterial,
diabetes, reumatismo, entre otras), tienen más episodios de enfermedades agudas
y enfrentan un riesgo más elevado de
accidentes que el
resto de la
población, por lo tanto,
ostentan tasas más altas de
hospitalización, con una proporción 2.4 veces mayor que la población general y un promedio de 12 días
de estadía en comparación con
los 8 días
de la población
general excluyendo a los
menores de 1 año (MINSAL, 1998).
En
cuanto a las principales causas de muerte en el país corresponden a patologías
asociadas directamente al envejecimiento de la población, tales como las
enfermedades del aparato
respiratorio que representan,
en conjunto, más del 60% del
total de las muertes. Existe consenso en nuestra sociedad, que el adulto mayor
es uno de los grupos más vulnerables y complejos en sus demandas de salud y que
los servicios de salud y las entidades formadoras no se encuentran totalmente
preparados para dar respuesta satisfactoria a esas demandas.
El
adulto mayor requiere de un cuidado transdiciplinario efectivo, que incluya
no sólo
la recuperación sino también y, muy destacadamente, la promoción
de su salud,
el crecimiento individual
y familiar. Es en este
contexto general donde
la profesional de
enfermería debe entregar
su contribución específica complementando a la ciencia del curar.
La enfermería
profesional se inserta de esta
manera con su propia
perspectiva en el cuidado integral del adulto mayor por lo que es necesario fortalecer los
fundamentos que sustentan
el cuidado humanizado del
adulto mayor .
La adaptación
al envejecimiento no es tarea
fácil para los adultos
mayores y requiere que los
profesionales que participan en su cuidado se caractericen por
una muy especial vocación
y amor al
trabajo con este grupo atareo, lo que se traduce en una
actitud que trasunta valores como: el respeto
por el otro,
la autonomía y
la compasión para
brindar cuidados
Programa
de la Tercera Etapa
Tiene la autonomía que constituye
el objetivo principal del cuidado de la salud de los adultos mayores. En
consideración a la prevalencia de enfermedades crónicas o de secuelas
invalidantes en este grupo etéreo, el propósito de los cuidados de salud es
evitar que ellas se conviertan en factores limitantes en el desarrollo de las
actividades que el adulto mayor necesite o desee realizar.
Visión
Incentivar acciones en las técnicas de promoción,
prevención y atención curativa-rehabilitación especifica en las perspectivas de
un envejecimiento activo
Misión
El programa del adulto mayor humanizados y que se extiende también a su grupo directo de
cuidadores, en el enfermería tiene entre
sus funciones, ayudar al
adulto mayor y sus
cuidadores a enfrentar
el proceso de
envejecimiento, entendiéndolo como
proceso natural y
adaptativo e interviniendo
en maximizar sus fuentes de poder
como: fuerza física, la reserva psicológica y social, el concepto de sí mismo y
su autoestima, la energía, el conocimiento, la motivación y las creencias.
Para
lograr lo anterior se requieren de profesionales de enfermería que se destaquen
por sus actitudes,
habilidades y valores
en el campo
de la ética, la actitud
humanitaria, la sensibilidad, el respeto y el amor al adulto mayor y el interés
por el desarrollo profesional basado en la investigación continua.
Control de Salud del adulto Mayor
Este tipo de evaluaciones
periódicas tiene por objetivo mantener o mejorar la autonomía del adulto mayor.
Ø Se evalúa la funcionalidad.
Ø Se identifican los factores de
riesgo que pueden discapacitar a la persona adulta mayor.
Ø Se elabora un plan de acción para
resolver los problemas detectados.
Beneficiarios
Los requisitos para acceder a ese
control son ser mayor de 65 años y estar inscrito en el consultorio al cual
debe dirigirse presentando su carnet de identificación. La atención es gratuita
para los beneficios del Sistema Público de Salud inscritos en el consultorio
ANALIZAR EL PROGRAMA DE ATENCIÓN
INTEGRAL DEL ADULTO MAYOR Y LA TERCERA EDAD APLICANDO EL PROCESO DE ENFERMERIA
El Proceso de Atención en Enfermería es un método sistemático y organizado para administrar cuidados de enfermería individualizados; al llevar a cabo cada una de sus etapas nos permite identificar, conocer las posibles alteraciones del estado de salud, mediante el establecimiento de un diagnóstico y la implementación de intervenciones basadas en el cuidado y, por último, una evaluación de la eficacia de los mismos. En todas la etapas de la vida es aplicable, en éste caso, es de suma trascendencia y lleva implícito un gran beneficio, ya que mediante éste inicia nuestra ´contribución a un envejecimiento activo y saludable mediante el cual podemos abordar las alteraciones del estado de Salud, desde un punto de vista biopsicosocial, para luego implementar atención específica y organizada que trate no solo las problemáticas actuales sino además proporcione medidas de prevención ante posibles necesidades con mayor número de factores de riesgo encontrados.
El proceso de envejecimiento se lleva a cabo en todos los
seres humanos, como ya lo hemos mencionado anteriormente durante este proceso
se producen deterioros físicos los cuales afectan el área psicosocial del
adulto mayor.
El papel de enfermería durante el envejecimiento consiste en la educación, orientación y restablecimiento de las enfermedades que aquejan al adulto mayor.
Si bien hablamos que enfermería es el arte de cuidar o la ciencia del cuidado profesional entenderíamos que para poder brindar un cuidado holístico y satisfacer las necesidades del adulto mayor debemos primero planificar las acciones especificas y para poder planificar debemos valorar y realizar diagnósticos que nos permitan fundamentar estas acciones. Sin embargo no solo debe quedarse ahí sino debe terminarse el proceso con la ejecución de estas acciones y la evaluación ya que así podemos observar que tanto ha progresado nuestro adulto mayor.
El papel de enfermería durante el envejecimiento consiste en la educación, orientación y restablecimiento de las enfermedades que aquejan al adulto mayor.
Si bien hablamos que enfermería es el arte de cuidar o la ciencia del cuidado profesional entenderíamos que para poder brindar un cuidado holístico y satisfacer las necesidades del adulto mayor debemos primero planificar las acciones especificas y para poder planificar debemos valorar y realizar diagnósticos que nos permitan fundamentar estas acciones. Sin embargo no solo debe quedarse ahí sino debe terminarse el proceso con la ejecución de estas acciones y la evaluación ya que así podemos observar que tanto ha progresado nuestro adulto mayor.
Es importante que como enfermeras profesionales
entendamos la importancia de realizar el proceso de atención de enfermería para
poder fundamentar nuestros cuidados. El adulto mayor es un ser sabio, con
sentimientos, anhelos e ilusiones que merece ser valorado y tomado en cuenta
como ser integral (biopsicosocial) y no hay otra manera de hacerlo más que con
una valoración que integre todas las necesidades del ser humano.
VALORACION POR
SISTEMAS
Antes de realizar la valoración del Adulto Mayor, debemos de tomar en
cuenta los siguientes términos:
Andropausia
A partir de los 45 o 50, pueden detectarse
algunos síntomas de andropausia (menopausia masculina), por ejemplo, se reduce
el valor medio de las hormonas en la sangre en los hombres de edad avanzada
respecto a los jóvenes, lo que tiene efectos similares a la menopausia
femenina. Debemos poner todos los medios para aumentar la calidad de vida.
Muchas veces confundimos los problemas de salud con la edad, y esto es cuestión
de salud, porque un hombre de 50 años está hoy en día en la mitad de su vida.
En la actualidad, los expertos tienen como objetivo conocer con
exactitud cuál debe ser el nivel mínimo de testosterona por debajo del cual
pueden surgir problemas.
Para su diagnóstico, los especialistas cuentan con una serie de
cuestionarios y medidas a través de los cuales detectan si hay: Pérdida de masa
muscular, Osteoporosis, Dificultades de atención y concentración,
Cambios en el estado de ánimo , Alteraciones sexuales , Pérdida de
vello genital, Nerviosismo e irritabilidad, Depresión,
Fatiga, Disminución de memoria y concentración, Disminución del
deseo sexual, Alteraciones del sueño, Pérdida de su confianza e
indecisión, Hormigueo de extremidades ,
Cefaleas, Estreñimiento, Sudoración, Manos y pies fríos, etc.
Los cambios
hormonales también afectan lógicamente a la esfera sexual: se reduce el número
de erecciones nocturnas, es necesario un mayor estímulo físico para lograr la
erección, la eyaculación se vuelve retardada, el volumen seminal y la fuerza
del eyaculado son menores, y el apetito sexual se ve disminuido.
Ancianidad
La etapa final de la vida, conocida también como tercera edad, se inicia
aproximadamente a los 60 años. Se caracteriza por una creciente disminución de
las fuerzas físicas, lo que, a su vez, ocasiona en la mayoría una sensible y
progresiva baja de las cualidades de su actividad mental.
La declinación biológica se manifiesta por una creciente disminución de
las capacidades sensoriales y motrices y de la fuerza física; las crecientes
dificultades circulatorias, ocasionadas por el endurecimiento de las arterias;
y en general, el progresivo deterioro del funcionamiento de los diversos órganos
internos. El anciano va perdiendo el interés por las cosas de la vida, y
viviendo cada vez más en función del pasado, el mismo que evoca constantemente,
ya que el presente y el futuro le ofrecen pocas perspectivas. Por eso es
predominantemente conservador y opuesto a los cambios, pues así se siente
seguro.
Como consecuencia de la declinación biológica, y por factores
ambientales, también se van deteriorando las funciones intelectuales
(inteligencia, memoria, pensamiento, etc.); pero este deterioro es muy distinto
en las diversas personas, dándose el caso de ancianos de avanzada edad que se
conservan en excelente forma.
Los rasgos de la personalidad y del carácter se van modificando. Los
ancianos que han tenido una adultez inmadura no saben adaptarse con facilidad a
sus nuevas condiciones de vida. Manifiestan entonces una marcada tendencia a la
desconfianza, el egoísmo, la crítica aguda (especialmente a los jóvenes) y
reaccionan agriamente contra sus familiares y el ambiente social. En cambio,
otros ancianos, que fueron adultos maduros, se adaptan mejor a su nueva
situación y muchos hasta parecen exagerar el optimismo, buen humor y
generosidad. Esto se deba a que, en el fondo, en la vejez se acentúan los
rasgos que distinguieron el carácter en la adultez, por lo mismo que el
individuo ya no es capaz de ejercer un completo control y dominio de sus
manifestaciones psicológicas.
En los individuos especialmente dotados, la ancianidad es una etapa de
gran comprensión, equilibrio y productividad. Tal es el caso de personalidades
ilustres que siguieron contribuyendo activamente a la vida social y cultural de
su época cuando ya la mayor parte de sus coetáneos descansaban en sus cuarteles
de invierno.
La ancianidad es la etapa final de la vida y debe merecer el más grande
respeto, consideración y protección.
Envejecimiento
La
enfermedad acontece a cualquier edad, pero en la ancianidad se presenta y
configura su evolución de un modo diferente. El envejecimiento es el cimiento
en el que se eleva, más a la vez es elemento modulador. Las notas que
caracterizan el envejecer son:
- Deterioro
de los sistemas y las funciones: originados por el desgaste de los años
vividos.
- Menor
adaptabilidad: por disminución de los mecanismos de reserva de los órganos.
- Mayor enfermabilidad:
favorecida por la incrementada vulnerabilidad orgánica y psíquica.
-
Disminución del
valimiento personal: causado por la reducción en la capacidad de ser autónomo.
- Tendencia
al aislamiento: al no disponer de suficiente recursos psicofísicos para
permanecer en la corriente social dominante.
- Sensación
de acabamiento: sostenido por la menor vitalidad y disponibilidad personal y la
amenaza que representa la última edad.
Para Rowe
(4) el envejecimiento humano muestra como notas definidoras el ser:
- Lineal,
como proceso que se extiende a lo largo de la vida y que cristaliza en un
determinado momento.
-
Inevitable, ya que no puede detenerse salvo en la muerte.
- Variable,
por no ser semejante en los individuos que nacieron en la misma época y
situación.
- Asíncrono,
pues no se produce con el mismo grado de desgaste en los diferentes órganos.
Un hecho de
gran interés, deducido de lo anterior, es la individualidad del envejecer.
Plantear la atención de la persona mayor desde este principio conducirá a
considerar que siendo cada ser diferente en su proceso de envejecimiento,
también lo será en sus necesidades y, por ende, en su enfermedad y tratamiento.
En el marco de las planificaciones asistenciales, conducir los recursos para
que siempre se destinen a la persona en concreto al final de cualquier
intervención, debería ser la praxis fundamental.
En el
proceso del envejecer se pueden diferenciar, sumariamente cinco elementos
causales: la herencia, la configuración física, la personalidad, la biografía y
el entorno. Estos factores son los mismos que van a influir en la enfermedad.
Este es un argumento más para resaltar el gran parentesco que existe entre
envejecimiento y enfermedad. Existen diferencias, es cierto, pero no siempre
notorias. Suele fundirse en el sentir y en el lenguaje de la gente el ser viejo
y el estar enfermo. Es común escuchar." La peor enfermedad es ser
viejo", refiriéndose a los males que llegan con los años. Bien es verdad
que el límite entre enfermedad y envejecimiento es generalmente borroso, y que
se precisa experiencia y medios diagnósticos para deslindar decididamente el
uno del otro.
Los cambios
que se producen en los diversos órganos y sistemas del organismo de la persona
que envejece, puede, en no pocas ocasiones, confundirse con los síntomas de una
enfermedad. Y es que la enfermedad en los mayores posee unas peculiaridades que
no permiten resaltar nítidamente sus perfiles. Evans escribía que "dibujar
la distinción entre el envejecimiento normal y el patológico es como separar lo
indecible de lo inefable".
¿Se puede
hablar de envejecimiento patológico?. El envejecimiento normal es compatible
con el estado de salud en la medida que se acompañe de un buen ajuste socia y
un juicio personal de bienestar vital. El envejecimiento patológico es sinónimo
de enfermedad, el apellido patológico es contundente. La salida de los bordes
de esa normalidad, funcional o estadística, constituye de por sí una de las
propiedades de la enfermedad.
Enfermedad
La
enfermabilidad es una de las notas características del envejecer y viene
condicionada por la vulnerabilidad de la edad avanzada. Antes de exponer el
hecho básico en patología geriátrica, que es el diferente modo de enfermar con
respecto a otras edades, conviene conocer cuál
es la definición de enfermedad. Una de las más valiosas, y de plena aplicación
al envejecer, es la de Lain Entralgo: "Es un modo de vivir personal
aflictivo y anómalo, reactivo a una alteración corporal, en la que padecen las
acciones y funciones vitales, por el cual el individuo vuelve al estado de
salud, muere o
queda en deficiencia vital permanente" Para este autor las vivencias de la
enfermedad están constituidas por :
- Invalidez, al no poder realizar lo que quiere o lo que
necesita.
- Molestia, en cualquier grado de aflictividad que se
extiende desde el disconfort al dolor visceral.
- Amenaza, al sufrir la pérdida de la integridad de las
funciones y hacerse próxima la sensación de la disolución vital.
- Succión, al atenazar la atención de la persona las
sensaciones del desajuste orgánico.
- Soledad, determinada por la imposibilidad de transmitir las
vivencias que la enfermedad acarrea.
- Anomalía, nacida de la clara percepción de que los sanos se
hallan en el ámbito de la normalidad.
- Recurso, por servir siempre de centro de los cuidados del
entorno humano que le asiste o por aprovechar la enfermedad para obtener otros
beneficios legales, laborales o sociales.
De estas
vivencias en la enfermedad de los mayores hay que subrayar la invalidez, la
amenaza, la imantación por el cuerpo, la molestia y la soledad, ya que al estar
impresas en el propio envejecimiento, se harán más densas y significativas.
Al igual que
sucedía con el envejecimiento, la causalidad de las enfermedades en la vejez se
sitúa en cinco planos: el genético, el estado premórbido, la historia previa de
sus patologías, la personalidad y el entorno.
Aquí el
hecho constitucional del envejecer se substituye por la historia de enfermedad
del individuo y por el estado de salud o enfermedad previo a la aparición de la
enfermedad. El código genético mantiene una gran relevancia cono factor
etiológico en la enfermedad de la vejez. Lo mismo sucede con el estado
premórbido, la situación en la que se encuentra el anciano antes de presentarse
cualquier proceso, tal y como sucede en los cuadros que han de resolverse
mediante intervenciones quirúrgicas. La historia de sus anteriores enfermedades
permitirá anticipar como se desenvolverá cualquier proceso que emparente con
aquellos. La personalidad y la biografía matizarán la respuesta personal a la
acción patógena. Y por último, el entorno, será otro elemento causal de notable
importancia en el inicio y en la evolución de cualquier proceso patológico.
Sirva de ejemplo la neumonía en el medio hospitalario o en la comunidad, tanto
por su etiología como por la facilidad con que su convalecencia se llevará a
cabo en el medio familiar.
La
enfermedad en la vejez presenta unas propiedades que la diferencian
significativamente de lo que acontece en otras edades. Estas son:
1. La
multicausalidad, por la intervención de distintos planos, tanto exógenos como
intrínsecos, como se ha descrito en párrafos anteriores. El cortejo causal, con
un factor principal y varios secundarios, es una sobresaliente propiedad en el
perfil diferencial de la vejez.
2. La
polipatología, ya que son diversos sistemas y funciones los que participan en
la enfermedad. Al igual que en la etiología, se puede distinguir uno principal
y los demás subordinados. Es constante que los sistemas cognitivos y psíquicos
se vean siempre afectados.
3. La
tendencia a la cronicidad, debido a la lentitud en la reparación de las
lesiones y de los trastornos funcionales, que no serán únicos, sino siempre
diversos.
4. El riesgo
de invalidez, efecto de la dificultad de alcanzar el grado óptimo de
recuperación funcional en las últimas fases de la enfermedad, siempre con afectación
múltiple de órganos y sistemas.
5. La
opacidad sintomática, por la pobreza de la semiología y por el enmascaramiento
de los signos en la compleja expresividad que emana de la amplia participación
orgánica.
6. La
prudencia terapéutica basada en la vulnerabilidad de los ancianos, referida en
este caso a la acción de los fármacos y al habitual empleo de varios de ellos.
Debe
señalarse que no existen enfermedades propias de los ancianos, aunque buen
número de ellas presentan mayor prevalencia en esta edad y su expresión clínica
es distinta a la de otras edades. Eso sucede con la Demencia Senil. Aunque hay
algunos casos que tienen su comienzo antes de los 65 años, la mayoría lo hace
después, y su prevalencia va aumentando conforme la edad se incrementa. Este
Síndrome, como tantos otros procesos patológicos, son edad dependiente. Sucede
lo mismo con el cáncer, las fracturas, la insuficiencia cardíaca, las
cataratas, etc.
Si se acepta
que la enfermedad en la vejez, por sus características y por constituirse como
situación, se muestra diferente sustancialmente a la de otras épocas de la
vida, ha de aceptarse también que a Geriatría posee en ello un sólido argumento
para su conformación e individualización como ciencia médica. Y no porqué la
atención de los mayores haya de ser exclusiva o preferente competencia de los
geriatras. Lo fundamental es entender que, cualquier profesional sanitario que
posea responsabilidad asistencial en el campo de la vejez, debe inexcusablemente,
conocer la materia científica que corresponde a esta edad..
Las enfermedades
en la vejez
Según la evolución,
la enfermedad en el anciano, lo mismo que en otras edades, puede clasificarse
en:
- Enfermedad
aguda, de corta duración, con un incremento en sus atenciones, y que dará
lugar, en ocasiones, el internamiento hospitalario.
- Enfermedad
crónica, de larga duración, con curso estable o con frecuentes
descompensaciones, y que pone a prueba al media asistencial, tanto al enfermo,
como a la familia y a los recursos sanitarios. Algunas de estas enfermedades se
convierten en invalidantes, con reducción o pérdida de las capacidades para la movilización
o el cuidado personal. Son numerosas en esta edad, y precisan de un prolongado
esfuerzo asistencial. Una buena proporción de estos enfermos incapacitados han
de ingresar en Centros Residenciales para dependientes, las Residencias
Asistidas.
- Enfermedad
terminal, de naturaleza irreversible, con previsible corto final, aunque a
veces prolongado. Son enfermedades que obligan a planteamientos asistenciales
específicos, tanto en los domicilios y residencias como en las Unidades de
Paliativos.
No hay
enfermedades exclusivas de la vejez, pero como se ha expuesto un poco más
arriba, sí existen ciertas enfermedades y procesos que aparecen de modo prevalente
en esta edad y con unas características diferenciales bien definidas. Este lo
constituyen la incontinencia, la confusión mental, los deterioros de la homeostasis,
las caídas y los trastornos iatrogénicos. Un simple examen de estos cuadros
permite reconocer el hecho básico de que su presentación se hace principalmente
en la edad avanzada y que su desarrollo, tratamiento y cuidados son distintos a
cuando suceden en otra época de la vida. Como ejemplo tómense tres de ellos: la
incontinencia, las caídas y la confusión mental.
Cualquiera
de ellos pueden ser considerados procesos edad-dependientes, y su prevalencia
en la patología geriátrica es muy elevada. La incontinencia, a partir de los 80
años, en la mujer, la padecen una cuarta parte de la población, más en la
institucionalizada. Las caídas, de intrincada etiología, donde se añaden a
trastornos intrínsecos los del entorno, son el origen de las fracturas y de la
mayor parte de la hospitalización traumatológica junto a los accidentes de
automóvil. La confusión mental o delirium es un proceso que acompaña comúnmente
a los ancianos cuando se encuentran hospitalizados por cualquier motivo, y
condicionan un notable incremento en las medidas terapéuticas y en su cuidado.
Las
enfermedades que poseen una más frecuente presentación en los ancianos son las
degenerativas, las tumorales, las infecciosas, las auto inmunitarias, las di
regulativas, las traumáticas y las iatrogénicas. Las degenerativas tienen por
base principalmente la ateroesclerosis y buena parte de las cardiocirculatorias
pertenecen a este grupo. Han cobrado gran importancia en las últimas décadas
las enfermedades degenerativas cerebrales. De ellas la enfermedad de Alzheimer
es la más conocida, aunque hay que situar entre ellas a la demencia frontal, la
demencia por cuerpos de Lewy, la enfermedad de Parkinson y a los procesos
degenerativos multisistémicos encefálicos.
Las
enfermedades tumorales tienen una elevada incidencia en los ancianos. Los
cambios inmunitarios que se producen en esta edad pueden ser los responsables,
en parte, de la pérdida de efectividad la vigilancia ante células extrañas. El
cáncer de pulmón es el más prevalente. Le siguen el de colón, el de estómago,
el de próstata, el de mama, el de útero, el de vejiga, el de páncreas, el de
ovario y los de piel
Las
enfermedades infecciosas se localizan principalmente en el aparato respiratorio
y en el urinario. Las neumonías son los procesos infecciosos más graves que
presentan los mayores en el área respiratoria. En las personas de alta edad, y
con algún grado de incapacidad, es común que el mecanismo de producción sea la
hipostasis y la aspiración. Le siguen la gripe y las bronquitis. La tuberculosis
tiene en esta edad una prevalencia baja, pero no debe olvidarse que es un
proceso de muy difícil diagnóstico y que sigue estando presente en la patología
del anciano. La infección urinaria, especialmente la recidivante, aparece muy a
menudo en la vejez, favorecida por el residuo vesical, por las patologías
prostáticas o vesicales, y por las maniobras de sondaje y la permanencia del
mismo. La infección de las úlceras de presión es otro proceso complicativo
común en los ancianos. Cuando se examinan por órganos, sistemas y aparatos, los
cuadros patológicos que más a menudo aparecen en el anciano son:
- Aparato
digestivo: reflujo gastroesofágico, ulcera gástroduodenal, colecistopatía
calculosa, colecistitis, cáncer de colon.
- Aparato
respiratorio: neumonía, gripe, bronquitis crónica, enfisema, EPOC, cáncer de
pulmón.
- Aparato
cardiocirculatorio; infarto de miocardio, angina de pecho, insuficiencia
cardíaca, enfermedad embolica, hipertensión, hipotensión ortostática,
arterioesclerosis obliterante, tromboflebitis, síndrome varicoso.
- Sistema
Nervioso: síndrome demencial, enfermedad de Parkinson, ictus cerebrales con
hemiplejías, epilepsia, neuropatías periféricas.
- Aparato
sensorial: cataratas, glaucoma, sordera, síndrome vertiginoso.
- Aparato urinario:
hiperplasia prostática, incontinencia urinaria, infecciones urinarias, cáncer
de próstata, litiasis urinaria, cáncer de vejiga, insuficiencia renal.
- Sistema
osteoarticular: Artrosis, fracturas, osteoporosis, artritis metabólicas,
enfermedad de Paget.
-
Enfermedades endocrinas y metabólicas: Diabetes, hipotiroidismo,
deshidratación, hipokalemia, obesidad, malnutrición.
- Sistema
psíquico: depresión, ansiedad, síndromes delirantes.
Buena parte
de los anteriores procesos patológicos tienen la característica de ser crónicos
por su patocronia, con una evolución prolongada, con distinto grado de eventos
recidivantes. La enfermedad crónica más frecuente en el anciano es la artrosis.
Le siguen la hipertensión, la insuficiencia cardíaca, la depresión, la EPOC, la
enfermedad prostática, el síndrome demencial, la diabetes, la arteriopatia
obliterante, entre otras.
Entre los
procesos invalidantes, más prevalentes cuanto mayor es la edad del sujeto, hay
que destacar a la artrosis, que representa casi la mitad de todos los casos de
incapacidad. El síndrome demencial es la siguiente, siendo causa de invalidez
en un 40% de los que la padecen. Con bastante menor prevalencia se encuentran
las hemiplejias, las insuficiencias cardíacas y respiratorias severas, las artropatías
obliterantes y las amputaciones, la depresión y la obesidad.
La terapéutica en
los ancianos
La terapéutica de la enfermedad presenta tres
vertientes, sea cualquiera la edad que se considere. Son la curativa, la
preventiva y la rehabilitadora. De ellas, en la ancianidad, la preventiva y la
rehabilitadora tienen una gran importancia. La terapia en la vejez ha de ser
integral, es decir, ha de extenderse por el defecto orgánico que ha establecido
el proceso patológico, por la afectación cognitiva y anímica que se ha
desarrollado, por el deterioro funcional que les sigue y por el entorno que
está condicionándola. La intervención terapéutica ha de tener presente estos
cuatro factores si quiere obtener éxito. A la pluripatología y la
multicausalidad actuantes en la enfermedad de los mayores hay que sumarle el
hecho significativo de la enfermedad considerada como situación, y de la
participación de los cuatro planos característicos de la multidimensionalidad
de la vejez: orgánico, psico-cognitivo, funcional y social.
Las reglas
básicas de la medicación en el anciano pueden resumirse en:
-
Administrar el menor número de fármacos y con la dosificación más sencilla.
- Iniciar la
medicación con la mitad de dosis que en el adulto y incrementarla hasta
alcanzar la dosis mínima eficaz.
- Conocer el
estado de las funciones renal, hepática y digestiva del enfermo.
- Poseer una
suficiente información sobre la historia farmacológica del paciente, de modo
especial sus alergias e intolerancias medicamentosas.
- Revisar
periódicamente las indicaciones farmacológicas, las dosis y la duración del
tratamiento.
- Escribir
para el paciente o la familia la pauta medicamentosa que ha de seguir.
- Informar
al paciente y a la familia de la medicación, tanto en sus indicaciones como en
sus riesgos.
El
fundamento argumental de estos consejos es reducir cuanto se pueda el mal
cumplimiento medicamentoso del enfermo anciano, evitar las interacciones y los
efectos indeseables de los fármacos en aras de un mayor beneficio terapéutico.
Prepararse
para una vejez satisfactoria donde se pueda vivir el mayor tiempo posible con
autonomía y disfrutando de la edad, lleva aparejado un sana alimentación, una
actividad física adecuada a cada circunstancia, un entretenimiento y
distracción útiles, un control de patologías de riesgo y una corrección de
hábitos nocivos, como el fumar o el abuso del alcohol. Todas ellas son medidas
generales de promoción de salud que han de ser recomendadas siempre.
Unos
factores de riesgo están impresos en procesos patológicos que se padecen. Este
es el caso de la hipertensión, las dislipemias, los síndromes de inestabilidad,
la diabetes, el deterioro cognitivo, la depresión, la osteoporosis. etc. Otros
son actitudes y hábitos del individuo, como el sedentarismo, la alimentación
inadecuada, el tabaco o el alcohol. Por último, hay factores que son sociales o
pertenecen al entorno. Estos son la pobreza, la mala vivienda, la escasa
calidad de los cuidados de salud, etc.. La actuación ante estos factores
tenderá a evitar la aparición de procesos cardiovasculares, caídas,
incapacidades. El control medicamentoso de algunos procesos como la
hipertensión, la hipercolesterinemia, la diabetes o la osteoporosis ha de ir
acompañado de medidas higiénicas alimentarias, de actividad o de reducción del
uso del tabaco.
Cuando se
juntan sobre un individuo varios factores de riesgo, se habla de situación de
fragilidad. Este anciano de alto riesgo o anciano frágil es de mucha edad casi
siempre, vive solo, ha sufrido viudedad o se ha cambiado recientemente de domicilio,
presenta una patología crónica que requiere abundantes cuidados o un proceso
incapacitante, ha tenido una hospitalización reciente o reiterada, ha sufrido
caídas repetidas, padece alguna forma de deterioro cognitivo, una polimedicación
y sale muy poco de casa o de la residencia.
El adulto
mayor:
Según
un criterio convencional
y epidemiológico, el adulto mayor
es aquella persona que tiene sobre65 años de edad cronológica. Sin embargo se
debe reconocer que no existe una base fisiológica para distinguir a un adulto
de un adulto mayor, la vejez varía de
acuerdo con la
edad de quien
la vive, por
lo general, “viejo
o vieja” es alguien que tiene diez años más que uno. Es indudable
que el número
de años no
sólo es un
indicador epidemiológico que define la vejez, sino que existen múltiples
factores quela afectan como los valores, tradiciones, costumbres, creencias y
actitudes del propio adulto mayor que condicionarán su funcionalidad, su modo de ser y de estar en
este mundo.
Las
especiales características del paciente geriátrico, en el que confluyen por un
lado, los aspectos intrínsecos del envejecimiento fisiológico con declinar
paulatino de la funcionalidad de órganos y sistemas, disminución de la reserva
funcional y alteración a precario de la homeostasia del organismo, aumentando
su vulnerabilidad ante situaciones de estrés o enfermedad y, por otro lado, la
especial forma de presentación de la enfermedad en este grupo etario, hace
necesaria una sustancial modificación de los modelos de valoración clínica o
biológica utilizados tradicionalmente sin distinción de edad.
Además de
las citadas particularidades de la evaluación del anciano en el aspecto físico,
biológico o fisiopatológico, el paciente anciano está expuesto a múltiples
problemáticas consustanciales con el envejecimiento que van a condicionar en
gran manera su independencia o auto valimiento y que obligatoriamente tendremos
que conocer. Estos problemas a los que hay que conceder la misma importancia
que a los puramente biomédicos derivan de los aspectos cognitivos, emocional,
funcional y social que deberán ser identificados y evaluados de forma conjunta
para conseguir una visión integral de toda su problemática, sopesando asimismo
los posibles efectos potenciadores de la interacción de las citadas carencias
que magnificaran frecuentemente sus consecuencias.
Efectuada la
evaluación y conocida la situación de las diferentes áreas y en su resultado
conjunto, podremos diseñar un plan individualizado de actuación preventiva,
terapéutica o rehabilitadora, con el fin de lograr el mayor grado de valimiento
o lo que es lo mismo la mejor calidad de vida del anciano que es el fin último
de la geriatría.
Memoria
|
Proceso mental o función cognitiva que hace
referencia al almacenamiento y recuperación de la información. Es
fundamentalmente una serie de sistemas interconectados organizados de
forma secuencial con diferentes objetivos y características.
La memoria no es sólo un almacén de datos que sirve para reconocer y recordar percepciones, emociones personales y hechos pasados, sino que es el mecanismo cognitivo que permite la construcción de significados, resolución de problemas y toma de decisiones. Una de las teorías más extendida sobre la memoria es el modelo multialmacén de Atkinson y Shiffrin (1968) por el que se postulan tres sistemas: memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo. - Memoria Sensorial: Almacén donde se conservan por un breve espacio de tiempo los estímulos procedentes de los sentidos. Su duración es muy breve (alrededor de 250 milisegundos) y se puede borrar antes de que el sujeto tenga conciencia de su contenido. Se ha investigado poco sobre la memoria sensorial, pero la postura comúnmente aceptada es que se mantiene a lo largo de la vida, también en la vejez, al menos, siempre que la persona no tenga algún déficit sensorial que perturbe la recepción de información. - Memoria de Corto Plazo: Se han definido dos componente distintos: memoria primaria y memoria de trabajo. La memoria primaria es concebida como un almacén de capacidad limitada que mantiene la información por un breve espacio de tiempo. La memoria de trabajo cumple la función de retener la información mientras se ocupa de otras operaciones necesarias para el cumplimiento de la tarea (por ejemplo, repetir una serie de dígitos en orden inverso). Es un sistema de registro temporal que manipula la información mediante una serie de tareas cognitivas tales como la comprensión, el aprendizaje y el razonamiento. Las investigaciones sobre memoria a corto plazo y edad señalan que, mientras la memoria primaria permanece estable a lo largo del tiempo no sucede lo mismo con la memoria de trabajo; las personas mayores disminuyen su rendimiento en tareas que implican ejecución de memoria de trabajo. - Memoria de largo plazo: Almacén de capacidad ilimitada, puede almacenar cualquier tipo de contenido: conocimientos, experiencias y habilidades que se han adquirido y que se recuperan cuando son requeridas. Se distinguen tres variantes de la memoria a largo plazo: episódica, semántica y procedimental: La memoria episódica, hace referencia a sucesos específicos que ocurren en un lugar y en un momento temporal concretos y se refiere a recuerdos que forman parte de la experiencia personal y que son activamente recuperados utilizando información contextual sobre cuándo y cómo se produjeron. También dentro de la memoria episódica, los autores han distinguido una memoria prospectiva o capacidad de recordar una acción en el futuro, por ejemplo acordarse de dar un recado o de tomar medicinas escritas. Respecto a los cambios producidos en esta memoria por la edad las investigaciones señalan que cuando las tareas de recuerdo son sencillas, no existen diferencias significativas en función de la edad, los problemas aparecen cuando las tareas implican mayor esfuerzo de codificación y recuperación, procesos en los que está implicada la memoria de trabajo. La memoria semántica se refiere al conocimiento del mundo que ha sido acumulado y organizado conceptualmente más que (como ocurre con la memoria episódica) contextualmente. Este componente de la memoria parece ser estable a lo largo de la vida y no parecen existir diferencias significativas en función de la edad. La memoria procedimental (recordar cómo hacer algo: conducir un auto, andar en bicicleta, escribir a máquina) tampoco parece verse afectada por al edad. La investigación plantea que existen diferencias atribuibles a la edad en la memoria de trabajo y en la memoria episódica, sobre todo cuando la tarea es compleja y requiere la utilización de procesos de codificación y recuperación; pero no se han encontrado diferencias significativas en la memoria procedimental ni semántica. Los déficit de memoria que se presentan con la edad, se pueden compensar o reducir con la utilización de estrategias externas e internas. |
Valoración física
Las modificaciones anatómicas y funcionales
que se presentan en el ser humano, durante
su trayectoria de vida
y el mayor número de hallazgos
presentes; hacen que para su valoración
física se requiera de mucho más tiempo del que se emplea en la valoración de un
adulto.
Valorar
al adulto mayor requiere por
parte de quien lo examina, el desarrollo
de competencias y habilidades que le
conduzcan a la detección entre otras
cosas de signos clínicos que le
permitan sospechar la aparición de procesos patológicos o
simplemente cambios relacionados
con la edad.
De igual manera
cobran importancia los elementos
del contexto social
y cultural en
que transcurre la cotidianidad del
individuo que se
constituyen en factores
determinantes del pronóstico de
su salud en el largo plazo. Existe una
amplia gama de instrumentos para valorar
al adulto mayor, sin embargo guardan
similitud en algunos aspectos como:
facilidad de aplicación
y posibilidades de
medición objetiva de sus
variables.
Uno de
los aspectos de mayor importancia
para los profesionales de la
salud, es realizar un adecuado
análisis de la
situación clínica del
paciente. Es importante tener en
cuenta que en
el adulto mayor
es factible que
se presenten algunas dificultades para
la valoración derivadas
de la coexistencia
de síntomas de diferentes enfermedades
(pluripatologia), efectos secundarios
de múltiples medicamentos (polifarmacia), e
incluso desconocimiento de
los procesos normales de
envejecimiento por parte del examinador.
Valoración
psíquica o mental
En
esta área se
deben contemplar dos
aspectos fundamentales: las
funciones cognitivas y el
estado emocional. Para
realizar esta evaluación
se dispone de métodos directos e indirectos de
valoración.
Métodos
directos son los
que se realizan
directamente al paciente,
mediante la historia
clínica, la observación del
comportamiento y la aplicación de
cuestionarios y pruebas.
Los
métodos indirectos son
aquellos que recaban
información a partir
de la entrevista al
familiar o cuidador del paciente. Estos métodos permiten conocer los síntomas previos del paciente (evaluación
basal), y los cambios observados en los diversos contextos en que se
desenvuelve, tanto en el estado
emocional como en el cognitivo.
Valoración
Cognitiva
La función cognitiva de un individuo es el resultado del
funcionamiento global de sus diferentes áreas intelectuales, incluyendo el pensamiento, la memoria,
la percepción, la orientación,
el cálculo, la
comprensión y la
resolución de problemas, en otras
palabras su esfera mental.
Numerosos procesos patológicos, que se encuentran con frecuencia en el adulto
mayor como las
infecciones, procesos neoplásicos,
ingesta de medicamentos entre otros, pueden alterar las
funciones cognitivas de forma parcial o global, así como de
forma aguda o crónica, dando
lugar a diferentes
síndromes que se resumen bajo el concepto “deterioro
cognitivo”.
El
deterioro cognitivo presenta
una alta prevalencia
en el adulto
mayor y condiciona situaciones de diferentes niveles de incapacidad, que generan a su vez problemáticas de
orden social y
asistencial. Entre las
problemáticas de orden social
pueden mencionarse las
cargas al cuidador,
el síndrome de cansancio del cuidador, la necesidad de
mayores redes de apoyo social. Desde el
punto de vista asistencial, el deterioro cognitivo condiciona un
incremento en las necesidades de asistencia por parte del cuidador principal
por el riesgo de caídas, el incremento de
las lesiones de piel, tienen peor pronóstico cuando requieren actividades de
rehabilitación y el
alta hospitalaria es
más difícil, entre
otras cosas. Por ello, conocer la
situación cognitiva del adulto mayor es
importante a la hora de
planificar sus cuidados
y tomar decisiones,
ya que un
adecuado manejo puede mejorar sustantivamente la calidad de vida y
reducir el desarrollo de complicaciones.
Con
frecuencia las alteraciones
cognitivas son erróneamente
atribuidas al proceso de
envejecimiento; otras veces
es el paciente
(con deterioro cognitivo leve o
moderado), el que
presenta una imagen
lúcida y su
deterioro pasa desapercibido para
la familia e
incluso para el
personal de salud, por
tanto la prevalencia de este tipo
de deterioro puede subvalorarse.
El objetivo de
la valoración cognitiva será
entonces, identificar la presencia de un deterioro
cognitivo que pueda
afectar a la
capacidad de autosuficiencia y autocuidado del adulto mayor, para
establecer un diagnóstico más confiable
de sus causas e implicaciones y por último, establecer estrategias de intervención que requiera.
El uso de instrumentos de valoración de la
función cognitiva en adultos mayores, facilita
una exploración sistemática, organizada, completa de
las características del
paciente, y permite
la obtención de
resultados comparables para
diferentes examinadores o, para el mismo examinador a lo
largo del tiempo de evolución del paciente.
Por otra parte,
el uso de
estos instrumentos incrementa
la sensibilidad diagnóstica, actuando
como un complemento
al juicio clínico.
Valoración Afectiva
La
frecuencia de la depresión en el adulto mayor es variable según el contexto, si
embargo en todos
constituye un problema
importante de salud.
Puede establecerse, en términos
muy generales, que los trastornos afectivos afectan a alrededor del 10% de los ancianos que viven
en la comunidad; entre el 15 y 35% de los que viven en residencias
(dependiendo de las
características del centro); entre el 10 y 20% de los que son hospitalizados;
alrededor de un 40% de los que padecen patología física y están en tratamiento
por ello.
Se
ha demostrado que
la depresión se
asocia a una mayor morbi mortalidad, actúa negativamente sobre la situación
funcional, nutricional y social del adulto mayor, así como en los resultados de intervenciones rehabilitadoras. Por ello es
necesario realizar una valoración de posibles trastornos afectivos con el fin de
detectar situaciones patológicas potencialmente tratables.
El
objetivo de la
valoración afectiva es
identificar y cuantificar
posibles trastornos en esta
área que puedan
afectar la capacidad
de autosuficiencia del anciano, permitiendo establecer un
adecuado plan terapéutico.
Valoración
social
Para
la estructuración de una estrategia
de cuidados a
largo plazo del
anciano, resulta
imprescindible incluir en
la VGI, la valoración
del entorno social
del paciente. Su objetivo es estudiar
la relación entre el anciano y su
medio, así como identificar si los recursos se están utilizando de manera
óptima.
La valoración social permite identificar
las situaciones familiares,
socioeconómicas y ambientales que condicionan el estado de salud y bienestar
de la persona mayor, con la
finalidad de establecer un plan de soporte social adecuado a cada situación.
Son dos
las dimensiones que se estudian:
los recursos humanos
y materiales necesarios para
ayudar o suplir los déficits físicos y psíquicos del paciente, así como la
integración a su entorno, y la calidad de vida del cuidador informal.
El procedimiento seguido para llevar a cabo la
valoración social, es variable, si bien en la mayoría de los casos es la
entrevista semiestructurada la técnica más apropiada para la detección de
riesgo o problemática social ya establecida.
Cabe señalar que existen diversas escalas de
valoración social, sin embargo su valor es
limitado debido a la a la relatividad de lo que se entiende por apoyo social entre
países, regiones, etnias,
situación económica, etc.
Por lo tanto,
cada institución deberá utilizar
el instrumento más
apropiado a la
idiosincrasia de su
población beneficiaria,
siendo la observación y la
obtención de información por medio
de la entrevista al propio paciente y su
familia, el medio sugerido para estos fines.
La clínica
del enfermería del adulto mayor es un espacio para el seguimiento, vigilancia,
control de signos y síntomas de enfermedades así como para la identificación de
situaciones de riesgo, descompensación y de problemas que aparecen en el adulto
mayor.
Además de
promover la promoción de la salud, prevención de enfermedades y patologías de
alta prevalecía, por otra parte promueve la integración del usuario, familia y
comunidad en los diferentes grupos de apoyo comunitarios, para así fomentar la
autoestima y la autonomía del adulto mayor, y al mismo tiempo facilitar el
acceso a los diferentes servicios (sanitarios y sociales)con que cuenta el
ambulatorio.
En la
clínica de Enfermería de manera general se Prestar atención integral al adulto
mayor, para contribuir a mejorar la calidad de vida mediante la aplicación de estrategias
de educación y promoción de la salud y
se Promueve la participación comunitaria así como del grupo familiar para
lograr el fomento del autonomía y la autoestima del usuario. , específicamente
se realizaran las siguientes actividades:
o
Brindar atención integral al adulto
mayor en forma oportuna, continua y humana.
o
Identificación de las necesidades y /
o problemas de la salud del adulto mayor.
o
Incorporar al adulto mayor en los
diferentes grupos de apoyo así como en los programas sociales.
o
Promover y apoyar la creación de
grupos de apoyo organizados dentro de la comunidad.
o
Desarrollar actividades educativas
dirigidas al equipo de salud, usuarios, familia y comunidad, para la promisión
de la salud, concientización y participación.
o
Desarrollar acciones en salud que le
permitan al adulto y su familia un aporte significativo y responsable en la
prevención de su salud.
o
Exhortar a otros organismos
dispensadores de salud para que pongan en funcionamiento servicios que pongan
en funcionamiento clínicas de atención integral para el adulto mayor.
o
Contribuir a disminuir los factores
de riesgo en el adulto mayor a través de la identificación precoz y el
tratamiento oportuno y la promoción de estilos de vida saludable.
o
Promover estilos de vida saludable.
o
Crear mecanismos que permitan el
diagnostico precoz y el tratamiento oportuno de las distintas alteraciones de
la salud que puedan afectar a esta población.
o
Desarrollar sistemas de vigilancia
que permitan monitorizar el estado de salud en el adulto mayor.
o
Establecer sistemas efectivos de
referencia y contra referencia a otros centros de salud, así como a los mismos
servicios del ambulatorio y grupos de apoyo de la comunidad.
o
Implementar acciones de investigación
y capacitación para mejorar el estilo de vida de los usuarios.
Valoración
geriátrica integral
La
valoración geriátrica integral (VGI) o valoración geriátrica exhaustiva es
"un proceso diagnóstico multidimensional e interdisciplinario, diseñado
para identificar y cuantificar los problemas físicos, funcionales, psíquicos y
sociales que pueda presentar el anciano, con el objeto de desarrollar un plan
de tratamiento y seguimiento de dichos problemas así como la optima utilización
de recursos para afrontarlos.
Se ha de
resaltar el carácter multidimensional de la citada valoración en su aplicación
de forma interdisciplinaria, con la posible participación de diferentes
profesionales, médicos, enfermeras, asistentes sociales e incluso psiquiatras o
psicólogos si se considerase necesario. La valoración para ser útil, debe
establecer un plan de seguimiento evolutivo que constate los beneficios de la
aplicación de los determinados planes o tratamientos instaurados
Beneficios de la VIG.
- Mayor
precisión diagnóstica.
- Reducción
de la mortalidad.
- Mejoría
del estado funcional.
-
Utilización correcta de recursos.
-Disminución
de institucionalización.
-Disminución
de hospitalización.
La VGI es el
mejor instrumento de que disponemos, tanto a nivel hospitalario como de
atención primaria para la correcta atención geriátrica con resultado
ciertamente positivo en la calidad asistencial.
En
referencia a aspectos económicos de la atención geriátrica, de gran importancia
en la actualidad, la VGI facilita la adecuada utilización de los niveles
asistenciales, es decir, una mayor eficiencia en la administración de los
recursos que, creciente e imparablemente, demanda la cada vez más envejecida sociedad.
A este respecto, incluso se han propuesto diagramas objetivos de toma de
decisiones para el mejor uso de niveles asistenciales.
Para la
correcta aplicación de la VGI, tendremos que utilizar tanto métodos clásicos
como la historia clínica y exploración física, como instrumentos más
específicos denominados, escalas de valoración, que facilitan la detección de
problemas y su evaluación evolutiva, incrementan la objetividad y
reproductividad de la valoración y ayudan a la comunicación y entendimiento entre
los diferentes profesionales que atienden al paciente. Las escalas, no
obstante, hay que aplicarlas en el contexto adecuado, utilizando las de validez
y fiabilidad demostradas y sin caer en la tentación de excedernos en el número
a aplicar ni en la excesiva repetición de las mismas.
Datos a recoger en
la VGI
- Datos
biomédicos, diagnósticos actuales y pasados.
- Datos
farmacológicos, datos nutricionales.
- Datos
psicológicos, cognitivos y emocionales.
- Datos
funcionales, básicos e instrumentales.
- Datos
sociales, capacidad social, sistemas de apoyo.
Valoración clínica
del paciente anciano
La
valoración clínica es uno de los pilares fundamentales de la VGI que se deberá
realizar obligatoriamente, junto con la psíquica, funcional y social, de forma
que consigamos una visión global de la situación del paciente, ya que cualquier
patología puede presentar un impacto en el resto de las esferas y éstas a su
vez, influir en el curso clínico de la enfermedad.
Cuando nos
dispongamos a efectuar la valoración clínico-orgánica de estos pacientes,
deberemos tener en cuenta la especial forma de presentación de la enfermedad en
el paciente geriátrico, que se caracteriza por:
-
Pluripatología
-
Presentación atípica, sintomatología larvada
- Frecuentes
complicaciones clínicas
- Tendencia
a la cronicidad e incapacidad
-
Presentación frecuente, como pérdida de capacidad funcional
- Aumento
del consumo de fármacos
- Mayor
dificultad diagnóstica
- Frecuente tendencia hacia la gravedad y muerte
Estas particularidades en la forma de presentación
de la enfermedad, hacen que a la hora de proceder a la confección de la
historia clínica y a la realización de la exploración física, debamos tener una
actitud basada en la minuciosidad y la paciencia, así como un alto índice de
sospecha de las patologías más comunes y conocimiento exhaustivo de las
modificaciones de los signos y síntomas en estos pacientes.
Historia clínica
La historia
clínica es fundamental como en el adulto, pero en la mayoría de los casos la
dificultad y laboriosidad de la anamnesis va a ser mucho mayor que en estos últimos.
La
problemática fundamental está basada en los déficits sensoriales que con
frecuencia presentan estos pacientes, tales como déficits auditivos, visuales,
alteraciones de la comprensión, dificultad en la expresión, afasia, disartria y
alteraciones cognitivas. Estas limitaciones, hacen por lo general
imprescindible, la colaboración de un familiar para completar la información.
Siempre será conveniente que el familiar que colabore sea el que habitualmente
convive con el paciente y está al tanto de los síntomas, fármacos que consume,
hábitos alimenticios y de eliminación, etc. Es muy útil así mismo, contar con
informes médicos previos que nos aclaren los antecedentes médicos.
Importante
asimismo es facilitar la comunicación y la confianza del paciente en un entorno
de silencio o iluminación adecuada, expresándonos claramente y con terminología
compresible.
Antecedentes
personales
En general,
a lo largo de la vida estos paciente han tenido numerosas enfermedades, algunas
de ellas poco frecuentes en la actualidad, así como intervenciones quirúrgicas
y tratamientos que han condicionado secuelas que van a influir en la
sintomatología presente e incluso en la modificación de pruebas
complementarias, radiografías, ECG, etc., como toracoplastias, neumotórax
terapéutico o infartos de miocardio previos.
Los
antecedentes familiares en estos pacientes van a tener menos importancia ya que
la influencia sobre determinadas patologías se habrán presentado previamente.
No obstante se hará hincapié en determinados aspectos como endocrinopatías,
antecedentes de demencia, enfermedades cardiovasculares, etc.
Historia
farmacológica
Apartado de
gran importancia, dado el alto riesgo de iatrogenia que tiene este grupo de
edad, 3 a 5 veces mayor que en el adulto, y los frecuentes efectos secundarios
que presentan, debidos fundamentalmente a la polifarmacia y a las especiales
características farmacocinéticas y farmacodinamias, con modificación de la composición
corporal que condicionan variaciones de la fracción libre de los fármacos, así
como a déficits en el metabolismo hepático y la eliminación renal. En muchas
ocasiones la iatrogenia será la única causa de que el paciente se halle en
nuestra consulta o ingresado en una unidad de agudos.
Aunque todos
los medicamentos prácticamente pueden producir efectos secundarios no nos
resistimos, aún a riesgo de ser simplistas, a enumerar los grupos
farmacológicos que con mayor frecuencia están implicados en esta problemática
por su mayor consumo y potencial yatrógeno:
Diuréticos:
deshidratación, incontinencia, hipopotasemia, hiponatremia, hiperglucemia,
hiperuricemia, hipotensión.
Antihipertensivos: hipotensión ortostática, síncopes, depresión,
insuficiencia cardiaca.
Digitálicos: alteraciones gastrointestinales, arritmias,
síndrome confusional.
Antidepresivos: Efectos anti
colinérgicos, confusión, insuficiencia cardiaca.
Neurolépticos
y sedantes: depresión
respiratoria, caídas, hipotensión, síndromes disquinéticos, delirium,
inmovilidad.
Evaluación psicológica
Se propone realizar una valoración
por separado de las funciones cognitivas y afectivas.
La primera es la que permite realizar las funciones intelectuales, por ejemplo: recordar,
orientarse o calcular. Los trastornos de la esfera intelectual "pueden
deberse a muy diferentes causas e ir desde trastornos ligeros, como el olvido
benigno, hasta cuadros clínicos graves como la demencia".
La depresión y la ansiedad son el
centro de atención de la valoración del estado afectivo; y es precisamente la
depresión el trastorno psíquico más frecuente en los adultos mayores, en los
que se puede apreciar un ánimo decaído, tristeza, tendencia al llanto, pérdida
de interés por el mundo que lo
rodea, trastornos del sueño y del apetito, disminución de la autoestima e incluso ideas de suicidio.
Es importante conocer
que el deterioro cognitivo y la depresión no son inherentes a la adultez mayor,
sino que están en un riesgo más alto que otro grupo
atareo.
Por lo que es necesario
realizar una evaluación de su estado cognitivo y afectivo para identificar los
cambios tempranos en el estado fisiológico, la
capacidad de aprendizaje y la evaluación de las respuestas al programa del
especialista.
Existe variedad de pruebas que se pueden aplicar
con la finalidad de evaluar estas áreas, no obstante la autora sugiere utilizar
algunas de las emplean los especialistas de Salud en la Atención Primaria en la
Valoración Geriátrica Integral porque están estandarizadas y sistematizadas en
este grupo poblacional y en la comunidad han mostrado su utilidad. Se propone:
·
El Mini Examen del Estado Mental (MMSE) Modificado. Este instrumento es
útil para el tamizaje de déficit cognitivo, aunque no es un instrumento de diagnóstico.
·
La Escala Pfeffer (Portable
Functional Assessment Questionnaire). Instrumento que complementa la evaluación
del estado cognitivo con información que es obtenida de un
familiar o cuidador del adulto mayor.
·
La Escala de Depresión Geriátrica de Yesavage (Abreviada). Permite conocer
el estado de depresión y es útil para guiar al clínico en la valoración del
estado de salud mental del individuo. El
instrumento no sustituye una evaluación clínica profesional.
Los aspectos sociales
determinantes de la salud de las personas adultas mayores son parte integral de
la valoración geriátrica: edad, sexo, grado de educación, integración, apoyo y
funcionamiento social.
La evaluación del
funcionamiento social puede servir para determinar los factores protectores con
los que cuenta el individuo para su bienestar y los factores de riesgo que
necesitan vigilancia y quizás intervención psicosocial.
El contexto de la
evaluación geriátrica, permite conocer los recursos con que cuenta la persona, las relaciones
sociales, actividades comunitarias que anteriormente realizaba una persona de
edad y que ahora no realiza, pueden ser la luz de alarma de que algo está pasando.
El funcionamiento y los
recursos sociales tienen un componente subjetivo y otro objetivo. El componente objetivo
valora, por ejemplo: la frecuencia de contactos sociales, la existencia de redes sociales, se relaciona
con el tamaño de la red familiar y social, los recursos
financieros, características de la vivienda, convivencia, y necesidad y
existencia de cuidador, etc. El componente subjetivo viene dado por la
evaluación del propio individuo de si su situación social es satisfactoria o no
(se relaciona con el apoyo emocional, con el afecto familiar, confidentes,
satisfacción con la familia, sentimientos de utilidad y de soledad, entre
otros).
La información sobre los
anteriores elementos se puede obtener a partir de la elaboración de una entrevista al adulto/a mayor y una
observación estructurada
Valoración de enfermería en el adulto
mayor
Variaciones
normales durante el envejecimiento
Paso 1: ¿Qué
Valorar?
Existen muchas
dimensiones para valorar al adulto mayor: física, actividades de la vida
diaria, estado mental, psicoafectiva y social o familiar. Para facilitar el
aprendizaje, el desarrollo siguiente sigue este mismo orden de precedencia.
1)
Valoración Física
Ojos
− Observar “ojos hundidos” y laxos, lo que se
produce por una pérdida de las estructuras de soporte del ojo
− Observar sequedad y pérdida de brillo ocular
− Observar formación del arco senil, debido a depósitos
de colesterol
− Reducción del lagrimeo
− Aumento de la presión intraocular
− Reducción
en la reacción
pupilar ante la
luz y en la adaptación
a la oscuridad
− Valorar la necesidad de usar lentes por
disminución de la agudeza visual (cerca y lejos), la tolerancia a la luz
brillante, los campos visuales, y la acomodación del cristalino
− Reducción de la percepción viso-espacial
− Reducción
en la diferenciación entre
el verde y el azul, mientras que
mejora la
percepción de los
colores cálidos como
el amarillo y el naranja
Oído
− Valorar
la necesidad de
utilizar audífonos por
pérdida de la
agudeza auditiva (disminuye la capacidad de percibir, localizar y
discriminar los sonidos, debido a la
disminución de las células ciliadas del
órgano de
Corti
a partir de los 50 años)
− Valorar el control postural reflejo
− Reducción de la habilidad de desplazarse en
la oscuridad
− Presbiacusia, es decir, aumenta la intensidad
del sonido
− Reducción de la tolerancia a los tonos altos
− Aumenta
la capacidad de
reacción ante un
estimulo, lo cual
se incrementa en los mayores de 70 años
− Valorar el riego de caer por pérdidas del
equilibrio y del control postural
Boca
− Pérdida del sentido del gusto por sequedad de
las mucosas
− Pérdida del apetito
− Reducción de la agudeza de las papilas
gustativas
− Reducción de la sensación del calor o frío
− Reducción de la sensibilidad del reflejo
tusígeno
− Valorar la deglución (se dificulta con la
edad)
− Reducción
del reflejo del vómito
− Valorar la habilidad masticatoria (disminuye
con la edad)
− Valorar el deterioro dental (pérdida de
piezas)
− Valorar la necesidad de utilización de
prótesis dentales
− Valorar
la salud oral,
son frecuentes las
caries, las enfermedades periodontales, alteraciones en
la mucosa oral, xerostomía, los trastornos
de la
lengua, la reabsorción
del reborde alveolar
y el aumento
de la incidencia de cambios
malignos (Misrachi, C, 1999)
Nariz
− Reducción
del sentido del
olfato por una
disminución de la vascularización de los senos paranasales
− Observar
el crecimiento del
cartílago nasal e
hipertrofias de las vellosidades del ala de la nariz
Aparato Respiratorio
− Reducción del volumen respiratorio
− Reducción de la perfusión periférica
− Aumento del diámetro antero posterior y la
rigidez torácica
− Reducción del movimiento ciliar y de la
eficacia de la tos
− Reducción
de la distensibilidad muscular;
hipo ventilación de los alvéolos con la consiguiente disminución
a la tolerancia del ejercicio
− Reducción
de moco producto
de la resequedad
de las membranas mucosa lo que predispone a las
infecciones respiratorias.
− Valorar frente a un cuadro respiratorio la
mecánica de la tos y favorecer la hidratación para fluidificar las secreciones.
Sistema Cardiovascular
− Aumento
de la presión
sistólica con un
ligero aumento de
la presión diastólica;
hipotensión ortos ática.
− Reducción
de la frecuencia
y del gasto
cardíaco, entre un
30 y 40% durante el esfuerzo físico
− Reducción de la circulación arterial
Palpar pulsos
periféricos fácilmente palpables
(pulsos pedios más débiles)
− Valorar
la presencia de
insuficiencia venosa especialmente
en las
extremidades inferiores,
lo que aumenta
el riesgo de
úlceras, estasis, varices, edemas
e inflamaciones.
Aparato Gastrointestinal
− Reducción de la producción de saliva, ácido
gástrico, enzimas digestivas
y
moco intestinal.
− Reducción de la motilidad intestinal, debido
al envejecimiento neuronal en el sistema nervioso central y a los cambios del
colágeno.
− Reducción del peristaltismo esofágico
− Reducción de la tolerancia alimentaria
producto de la disminución de la flora bacteriana
− Valorar el patrón de eliminación
(estreñimiento)
− Valorar
la presencia de
incontinencia fecal, asociada
a tres causas principales: impactación
fecal, enfermedad subyacente
y enfermedad neurológica
− Observar prognatismo (pérdida de altura
facial)
− Valorar síntomas de esofagitis o reflujo
gastroesofágico, producto de la dilatación esofágica.
− Existe una sensación de plenitud gástrica
precoz
− Reducción
del tamaño del
hígado y de
la capacidad de metabolizar ciertos fármacos
− Observar signos de malnutrición
− Valorar las preferencias y gustos
alimenticios
Aparato Renal
− Reducción de la perfusión renal
− Valorar el patrón de eliminación (nicturia)
− Valorar
la presencia de síntomas y/o signos de
incontinencia urinaria, (de
estrés, urgencia, inaplazable, rebosamiento y funcional), las cuales pueden
presentarse en forma única o simultánea
− Valorar
la dificultad para
iniciar y terminar
el chorro de
orina en el varón, debido a una hipertrofia prostática
Sistema Reproductor Femenino
− Estrechamiento y acortamiento de la vagina
− Reducción en la producción de estrógenos
− Cambios en la flora y ph vaginal.
− Reducción de la lubricación vaginal
− Observar atrofia vulvar
− Reducción y aclaramiento del vello pubiano
Observar
el aplastamiento de labios mayores y menores
− Reducción
del tejido mamario volviéndose
péndulas, elongadas y/o flácidas
− Valorar presencia de: vaginitis, dispaneuria
y hemorragias.
− Valorar irritaciones a nivel vulvar
Sistema reproductor masculino
− Reducción del tamaño y de firmeza de los
testículos
− Aumento del tamaño de la glándula prostática
− Aumento del diámetro del pene
− Reducción de la producción de testosterona
Sistema Musculo esquelético
− Reducción de los movimientos voluntarios
rápidos
− Reducción
de la amplitud
de los movimientos
debido a la
rigidez muscular
− Existe una respuesta diferida ante los
reflejos (constricción y esclerosis de tendones y músculos).
− Reducción de la masa muscular, no asociándose
a pérdida de fuerza
− Reducción
de la estatura
2.5 a 10
cm (pérdida de
agua el tejido cartilaginoso y un estrechamiento
discos vertebrales).
− Observar cambios artrósicos en las
articulaciones
− Reducción
y desmineralización de los huesos (osteoporosis y fragilidad ósea), siendo
los huesos más propensos a la
fractura: cadera, cuerpos vertebrales, hombro y muñeca.
− Observar postura de flexión generalizada, se
inclina la cabeza y cuello,
los hombros
cuelgan, se acentúa
la curvatura dorsal
y las rodillas
se doblan (fibrosis de los tejidos periarticulartes y ligamentos)
− Valorar el uso de silla de rueda, bastones,
etc.
Sistema Tegumentario
− Observar piel más fina y floja
destacándose las prominencias óseas de
antebrazos, pantorrilla
y dorso de
manos y pies;
más pálida con depósitos de pigmentos (pecas).
− Observar
la resequedad y
descamación de la
piel producto de la disminución
del número, tamaño y función de las glándulas sudoríparas.
− Observar
la presencia de manchas
hiperpigmentadas en las
regiones expuestas al sol
− Observar las púrpuras seniles (aumento de la
fragilidad vascular).
− Observar
la presencia de
arrugas, pliegues y
ptosis secundario a la disminución
de la elasticidad
− Frialdad
en las extremidades
debido a un
enlentecimiento en las funciones de termorregulación, sensación
del dolor, presión y vibración.
− Reducción en el proceso de cicatrización
Reducción
del crecimiento del cabello y aparecimiento de “canas”
− Reducción del vello pubiano y axilar, después
del climaterio
− Observar
la presencia de “telangectiasia senil”, son pequeños tumores diseminados de color escarlata.
− Reducción de la velocidad de su crecimiento
de las uñas
− Valorar la turgencia cutánea
Sistema Neurológico
− Reducción de la velocidad de conducción de
algunos nervios
− Reducción del sentido del olfato
− Reducción del sentido postural
− Reducción de la sensación táctil y de la
sensibilidad a las temperaturas extremas
− Valorar el patrón de sueño
− Reducción del rango, intensidad y duración de
la voz
2)
Valoración de las actividades de la vida diaria
Los adultos mayores generalmente
prefieren vivir separados
de sus hijos, sin
embargo las enfermedades y el grado de
auto valencia de ellos hacen
necesario la ayuda con las actividades de la vida diaria.
Es necesario
llegar a un
justo equilibrio y
aprender a equilibrar
la dependencia de la
independencia por parte
de los adultos mayores. Los cuidadores requieren
de los conocimientos
para poder sobrellevar
este nuevo estado de sus familiares.
Se
consideran actividades de la vida diaria:
− Actividades Básicas: como alimentarse,
bañarse, vestirse, deambular, comunicación y el control de
esfuerzos.
− Actividades
Instrumentales: limpiar,
cocinar, lavar la
ropa, usar el teléfono,
ir de compras, control del dinero, usar el transporte público, trabajo casero
(jardinería), control de la medicación, subir las escaleras, entre otras
actividades.
Es importante valorar estos
aspectos en los
adultos mayores ya que influye directamente en la calidad de vida de ellos y sus cuidadores.
Para ellos existen distintas escalas de valoración de las actividades de la vida
diaria tales
como: Índice de
Katz, Escala de
Barthel y Escala
de
Autocuidado
de Kenny, la Escala de Incapacidad Física de la Cruz
roja, entre otras.
El
Índice de Katz es el más utilizado en nuestro país, valora de forma dicotómica las
funciones de bañarse, vestirse,
ir al aseo, desplazamiento
cama-sillón,
continencia y alimentación. El índice clasifica en 8 categorías a los adultos
mayores según su grado de dependencia.
3) Valoración del Estado Mental
El
estado mental es la total expresión de las respuestas emocionales de
la persona,
del ánimo, la
función cognitiva y
la personalidad. Está absolutamente ligado al funcionamiento
del individuo lo que comprende la
motivación e
iniciativa; la formación
de expectativas o
metas, el
planeamiento y
desarrollo de tareas
y actividades; el
autocontrol y la integración de la retroalimentación de las
múltiples fuentes de energía.
El
foco de la valoración está en la identificación de las fortalezas del adulto
mayor y sus capacidades para interactuar con el medio. El estado mental del
adulto mayor no presenta una declinación en su inteligencia a menos que
exista un desorden neurológico o
se desarrolle alguna
alteración sistémica. La
capacidad para resolver
problemas que tiene el
adulto mayor probablemente puede declinar por desuso, pero su imaginería no presenta cambios
significativos. La memoria remota es más eficiente que la
reciente, pero esto es función
del patrón general de salud que presenta la persona.
Con la edad hay una declinación en la síntesis
y el metabolismo de los
neurotransmisores, en momentos
de estrés el metabolismo es
inadecuado para responder
a una presión
tan alta como puede serlo una enfermedad aguda o un
desequilibrio metabólico. Esto se puede observar claramente en la
hospitalización aguda de un adulto mayor que pude presentar un delirium como
una forma de mostrar su inadaptación este fenómeno.
En
cuanto a las tareas cognoscitivas del adulto mayor incluyen llegar a la
aceptación de su propia muerte y la de
sus seres cercanos; aprender a tener
una vida feliz aceptando sus enfermedades y limitaciones físicas.
4) Valoración Psicoafectiva
La
valoración de la situación psicoafectiva y del desarrollo se focaliza principalmente
en una esfera subjetiva, en donde adquiere vital importancia la autovaloración
del estado de salud y del grado de apoyo social que posee de sí mismo
el adulto mayor y, por otro lado,
la valoración objetiva del profesional de enfermería que apunta a la
detección de la psicopatología y de los déficit de autocuidado.
Afectividad
Una
de las principales tareas afectivas del adulto mayor es revisar los logros
de la vida. Ellos logran una sensación de satisfacción e integridad del ego
cuando sienten que
los sucesos vitales
de su vida
han sido positivos.
La
espiritualidad se aumenta en esta etapa de la vida lo cual se traduce en una
mayor filosofía de la vida. Con esto es posible experimentar una
sensación de importancia,
lo cual puede
ayudarle en su
aceptación y autoestima.
La
sexualidad en esta edad está llena de mitos y creencias y a su vez se le da
menos importancia que a otros aspectos de la salud de los adultos mayores.
Es importante destacar que la expresión de sexualidad de ellos gira en
torno a la
expresión de ternura,
afectividad, cariño, respeto, compresión, expresiones verbales y
no verbales y la ayuda mutua. Sin lugar a dudas que en la expresión de la
sexualidad influyen los aspectos físicos, psicológicos, socioemocionales y
el manejo que
hayan tenido de su sexualidad
durante toda su vida.
En cuanto
a los cambios
descritos en la
sexualidad de los adultos
mayores se destaca que
disminuye la frecuencia o deseo de la
actividad sexual relacionado con
viudedad o otras
parejas sexuales; entorno sexualmente restrictivo; depresión; enfermedades debilitantes (Seidel, H, 1997). Cabe destacar que estos
cambios deben se relacionan con la anterior actividad sexual.
En
las mujeres la libido y la capacidad orgásmica no disminuyen con la edad,
existe una reducción
de la lubricación
vaginal y puede
existir dispaneuria. Además
se describe en
la literatura que
existe una mayor capacidad de
disfrute sexual (Tucker, S et al, 1997).
En
el hombre existe mayor dificultad para
llegar a una erección que para llegar a un orgasmo, disminuye el número
de eyaculaciones, reducción de la cantidad y viscosidad del líquido seminal,
existe una mayor duración de la fase
de excitación y la
meseta del orgasmo;
la fase de
resolución puede durar de
12 a 24
horas y la lívido
y sensación de satisfacción no suelen cambiar con la edad.
5) Social y Familiar
El
significado que el adulto mayor y la
sociedad le da ha esta etapa dependerá
en gran medida de la cultura en que se encuentren. Por ejemplo, para la cultura
oriental el adulto mayor es el ser más sabio y respetado, lo cual refleja un
concepto de vejez muy distinto al de la cultura occidental.
Los
adultos mayores no sólo deben enfrentarse a los cambios físicos e intelectuales
propios de su ciclo evolutivo, sino que también al cambio en su estilo de vida,
de roles y de responsabilidades sociales. Sin lugar a dudas que la
adaptación a esta
serie de cambios
requiere de una
capacidad individual y del apoyo externo.
Es importante valorar a la
familia que otorga los cuidados
al adulto mayor e indagar en aspectos como:
− ¿De
qué manera afrontan los
cambios en las
necesidades del adulto mayor?
− ¿De qué manera solucionan sus problemas de
salud?
− ¿Buscan ayuda en forma oportuna?
− ¿Cómo manejan el estrés?
− ¿Ofrecen sensación de bienestar al adulto
mayor?
− ¿Son
capaces de satisfacer
los requerimientos de
cuidado del adulto mayor?
− ¿ Van a cuidar ellos o trasladar a un lugar de estadía a sus
familiares adultos mayores?
De
esta manera es posible indagar más sobre la dinámica familiar y es
posible hacer
un diagnóstico de las potencialidades y
carencias de la
familia con
el objetivo de
fijar los lineamientos
de la intervención
de enfermería.
Contribución del Cuidado Integral utilizando las cuatro Dimensiones del
hombre
El
concepto de modo de vida incluye en su sentido más amplio todos los aspectos de
la vida humana, valorando funciones físicas, emocionales, sociales, bioquímicas
y fisiológicas siendo por tanto una cualidad bio-psico-social. ¨El concepto de
modo de vida es de carácter multidimensional, visto como un proceso dinámico,
dependiente que tiene cambios en relación con las experiencias de la vida.,
hacen referencia que para muchos autores el concepto de modo de vida, es
considerado como el concepto básico en el campo de la atención a los adultos
mayores,¨ Los principales indicadores a tener en cuenta para evaluar la
eficiencia de los servicios comentan varias formas de conceptuar la calidad de
vida o el modo de vivirla ¨. Concepto complejo que involucra variables físicas,
psicológicas, ambientales, sociales y además las de índole cultural:
1. Como
calidad con las condiciones de vida.
2.-Combinando
las condiciones de vida y la satisfacción personal, según lo considere el
propio sujeto, considerando su escala de valores y aspiraciones personales.
3.- Como
satisfacción personal con las condiciones de vida (sería el componente
subjetivo).
El
concepto calidad de vida o modo, que no es directamente observable, y su
aplicación es diferente para los psicólogos, sociólogos o profesionales de la
salud.
En sus
diferentes dimensiones recoge el bienestar integral de las personas o de una
población; por esta razón el modo o calidad de vida no se reconoce sólo en
parámetros económicos o materiales, sino sociales, psicológicos y ambientales,
los que a su vez deben estar en armonía con la historia, tradición y cultura de
la población.
La calidad
de vida está estrechamente ligada a la posibilidad de tomar decisiones y
organizar nuestras vidas, relacionándonos con nosotros mismos, con los demás y
con el medio Este medio o entorno en que nos movemos debe ser accesible y
adecuado a nuestras necesidades y expectativas, y permitirnos una relación
enriquecedora participativa y no discriminatoria
El modo y
calidad de vida es una categoría que recoge un estado de de bienestar en las
áreas de salud psicofísica y socioeconómicas, su objetivo es la satisfacción de
las necesidades y demandas del adulto mayor en cada etapa de su vida. Esto
requiere los conocimientos de estos dos elementos importantes en estas etapas.
a. Las
necesidades humanas fundamentales, definidas como el conjunto de condiciones de
carencias puntuales, reconocidas por todos los seres humanos, quienes poseen
los medios para resolverlas.
b. Los
indicadores de satisfacción de las necesidades humanas, que son elementos de
medición diferentes en cada país.
c. Con lo
antes estudiado podemos valorar la calidad de vida relacionada con la salud
posee tres dimensiones:
Dimensión
psicológica: Es la percepción del individuo de su estado cognitivo y afectivo
como el miedo, la ansiedad, la incomunicación, la pérdida de autoestima, la
incertidumbre del futuro. También incluye las creencias personales,
espirituales y religiosas como el significado de la vida y la actitud ante el
sufrimiento.
Dimensión
social: Es la percepción del individuo de las relaciones interpersonales y los
roles sociales en la vida como la necesidad de apoyo familiar y social, la
relación médico - paciente y el desempeño laboral.
Dimensión
física: Es la percepción del estado físico o la salud, entendida como ausencia
de enfermedad, los síntomas producidos por la enfermedad, y los efectos
adversos del tratamiento. No hay duda que estar sano es un elemento esencial
para tener una vida con calidad.
En
realidad millones de personas se encuentran excluidas de las mínimas
condiciones de modo y calidad de vida a las que aspira todo ser humano. El modo
y la calidad de vida dependen del contexto histórico social en que se
desarrolla el individuos.: “la calidad de vida es un concepto
subjetivo-objetivo de valoraciones de satisfacción personal y social en
relación a sus relaciones con los diferentes componentes de la sociedad”. La calidad de vida en el adulto mayor se logra
cuando las funciones de todos los órganos y sistemas del organismo humano, se
encuentran en equilibrio con el medio natural y social, y están ausentes todo
tipo de limitaciones físicas. Al llegar a la etapa de adulto mayor los estilos
para ellos cambian, y otros les son o por lo menos les ofrecen menos
importancia.
El modo de
vida determinante de salud, ha sido estudiado por la epidemiología y las
ciencias sociales estableciendo relaciones entre las condiciones materiales y
la organización de grupos sociales en una comunidad determinada realizan
procesos productivos:
.-Los
servicios de salud y su utilización.
.-Instituciones
educacionales y nivel educacional de la población.
.-Tipos de
viviendas, condiciones y hacinamiento.
.-Abasto
de agua e higiene personal y comunitaria.
.-La falta
de una alimentación balanceada.
.-Atención
familiar y comunitaria, entre otros.
El adulto mayor debe reconocer que nos deseamos nosotros
mismos buena salud, buena disposición mental para la lucha diaria y mejor
alcance del éxito y la felicidad a partir de un estado físico saludable en
relación con la sociología, que expresa que el modo de vida es la forma en que
vive una persona (o un grupo de personas), sus relaciones personales, su
consumo, la hospitalidad, la forma de vestir, las actitudes, los valores y la
visión del mundo en el individuo crece y se desarrolla forma parte de su vida
específica, adecuada implica una determinación consciente o inconsciente entre
un sistema de comportamientos y otros
ELABORAR DIAGNOSTICOS DE ENFERMERIA
Diagnóstico y Prescripción
Diagnóstico Nº1
Incontinencia Urinaria
relacionada con déficit en la musculatura pelviana asociada a la presencia de
factores de riesgo manifestado por escape de orina involuntario
Agente de Autocuidado
El adulto mayor es capaz
de verbalizar sus miedos t temores con respecto al tema
• El adulto mayor aprende el método de
control
• Es capaz de verbalizar algunos cuidados
• Reconoce algunos dispositivos
• Mantendrá una piel sana
• El adulto mayor es capaz de cambiar sus
hábitos de ingesta hídrica
• El adulto mayor comienza a aumentar su
actividad social
• El adulto mayor refuerza sus ejercicios
del suelo pélvico
• El adulto mayor es capaz de aprender en
reentrenamiento
|
Enfermera
• Desarrollar una escucha activa
para lograr la apertura del
adulto
mayor al tema
• Educar a los agentes de
autocuidado sobre las medidas
de sostén para los
incontinentes
tales como: toallas higiénicas,
pañales, entre otros
dispositivos
• Desarrollar un plan educativo
para eliminar o reducir los
factores de riesgo
• Demostrar los cuidados
relacionados al método de
ayuda
a la eliminación urinaria
(pañal,
Estuche
pene al o sonda vesical)
• Reforzar los ejercicios de Kegel
• Enseñar un reentrenamiento
vesical
• Los cuidadores están atentos para
el cambio de pañal
• Los cuidadores manifiestan
sensación de tranquilidad
con la
educación recibida
|
• No ingerir líquidos después de
las 17:00 hrs
• Instruir sobre el cuidado de la
piel
• Intervenir en los aspectos de la baja de
autoestima
Diagnóstico
Nº2
Alto riesgo de
caídas relacionado con la falta de
conocimientos de las precauciones necesarias secundario a las deficiencias motoras, sensoriales y a los
riesgos ambientales
Demandas
Terapéuticas
Enfermera
Agente de Autocuidado
• Los cuidadores están atentos para
el
cambio de pañal
• Los cuidadores manifiestan
sensación
de tranquilidad con la
educación
recibida
• El adulto mayor es capaz de
verbalizar
sus miedos t temores
con
respecto al tema
• El adulto mayor aprende el
método
de control
• Es capaz de verbalizar algunos
cuidados
• Reconoce algunos dispositivos
• Mantendrá una piel sana
• El adulto mayor es capaz de
cambiar
sus hábitos de ingesta
hídrica
• El adulto mayor comienza a
aumentar
su actividad social
• El adulto mayor refuerza sus
ejercicios
del suelo pélvico
• El adulto mayor es capaz de
aprender
en reentrenamiento
vesical
|
para lograr la
apertura del adulto
mayor al tema
• Educar a los agentes de
autocuidado
sobre las medidas
de sostén para
los incontinentes
tales como:
toallas higiénicas,
pañales, entre
otros dispositivos
• Desarrollar un plan educativo
para eliminar o
reducir los
factores de
riesgo
• Demostrar los cuidados
relacionados al
método de ayuda
a la eliminación
urinaria (pañal,
estuche peneal o
sonda vesical)
• Reforzar los ejercicios de Kegel
• Enseñar un reentrenamiento
vesical
• No ingerir líquidos después de
las 17:00 hrs
• Instruir sobre el cuidado de la
piel
• Intervenir en los aspectos de la
Baja de
autoestima
Adulto Mayor y Cuidadores
• Identificarán los factores que aumentan el
riesgo de caer
• Aplicarán las prácticas de seguridad en su
casa
• Explicarán cómo utilizar las medidas de
seguridad para prevenir accidentes
• Entrenara en el reconocimiento del espacio
físico domiciliario
• Explicarán cómo practicar las medidas de prevención
seleccionadas de acuerdo con sus riesgos
• El adulto mayor comenzará paulatinamente a
aumentar su actividad diaria
• Los cuidadores se sentirán más seguros para
manejar al adulto mayor en casa.
Enfermera
• Identificar la presencia de factores de
riesgos para caer
• Identificar situaciones que contribuyan a los
accidentes (personales o ambientales)
• Desarrollar una estrategia de intervención
para reducir o eliminar las situaciones de riesgo de caer domiciliarias
• Desarrollar un plan educativo para eliminar o
reducir los factores de riesgo que posea el adulto mayor tales como:
Visión afectada,
disminución de la agudeza auditiva, hipotensión ortostática, marcha insegura y
los efectos de los medicamentos.
El cuidado
de los adultos mayores no es tarea
fácil pues requiere de una
mirada transdiciplinaria y
de profesionales comprometidos
con su cuidado e instruidos en el
trabajo en equipo.
Los lineamientos generales de
los cuidados de enfermería al adulto mayor, sin
lugar a dudas que este grupo de pacientes y sus cuidadores requieren de
atenciones de salud sistemáticas y
con una fuerte
orientación a desarrollar
prácticas de autocuidado
de manera de fortalecer las destrezas
remanentes y de planificar estrategias
para aquellas funciones
que se han
perdido de manera que
impacten en gran medida en la calidad de vida de ellos y de sus
familiares.
1. Seleccionar
sistema de enfermería
a utilizar según
el modelo del autocuidado para planificar la atención de
enfermería que se requiere
2. Acoger al momento de la entrevista al adulto
mayor y sus cuidadores
− Escuchar aquello que el adulto mayor nos
quiere decir
− Dirija
la voz al
oído del adulto mayor,
colocarse de frente
y a su altura.
− Hablarle despacio, evitando los tonos agudos
− Utilizar un
lenguaje sencillo, coherente y concreto de acuerdo a los requerimientos del adulto mayor, Seleccionar
el Sistema de Enfermería, Determinar el Plan de
Cuidados,
Establecer metas o resultados esperados por el paciente.
Formular
acciones de enfermería para el logro de metas deseadas. Especificar roles y
tareas en acciones secuenciales.
3. Controlar los signos vitales
4. Realizar examen físico detallado
− Buscar aquellos parámetros de normalidad e
identificar las patologías con el objeto de derivar en forma oportuna
− Identificar
los déficit de
autocuidado para determinar
el plan de cuidados que requiera el adulto mayor
5. Fomentar aspectos del autocuidado del adulto
mayor
Prevención
− Eviten conducir de noche.
− Utilizar lentes los adultos mayor que lo
requieran
− Tener controles de salud frecuentes
− Participar de grupos organizados
Aseo e higiene
− Educar en cuanto a la limpieza del tapón
ceroso
− Educar en cuanto a la limpieza personal
− Estimular el cepillado de dientes después de
la comida para evitar la halitosis y la limpieza de las prótesis, con agua con
bicarbonato
− Higiene de las prótesis dentales con agua con
bicarbonato
Piel
− Lubricar y masajear superficialmente las
zonas de las articulaciones
− Hidratar el
lóbulo de la oreja para evitar
resequedad y prurito en la zona
− Hidratar la piel en general con cremas
lubricantes
− Usar protectores solares en la exposición al
sol.
− Objetivar signos de deshidratación (turgencia
cutánea)
Alimentación
−
Estimular la ingesta
hídrica, ya que
el adulto mayor
es más susceptible de caer en una
deshidratación por las alteraciones que se producen con
la edad en
cuanto a la
capacidad de dilución
y de concentración de agua.
− Calcular el índice de masa corporal
− Mantener una dieta alimenticia adecuada
− Estimular
la alimentación con
una presentación atractiva
de los alimentos
− No consumir alimentos muy salados, calientes
o ácidos
Dar
alimentos con abundante salsas en aquellos adultos mayores con resequedad de la
mucosa oral
− Apoyar el déficit en la masticación y la deglución con la
preparación de alimentos blandos
Incontinencias
− Fomentar un buen patrón de eliminación
intestinal
− Observe signos de estreñimiento, si existiera
apoyar con dieta rica en fibras y con vaselina líquida hasta lograr un tránsito
normal.
− Planificar
una educación vesical
con eliminación de
orina cada cuatro horas, ya que
los adultos mayores son más susceptibles a las infecciones por un aumento de la
orina residual
− Educar sobre el uso de ropa interior de
algodón
− Valorar la presencia de signos y síntomas de
Incontinencia Urinaria
− Educar al adulto mayor y familiares sobre las
medidas de sostén para los adultos
mayores incontinentes, tales
como: toallas higiénicas, pañales, entre otros
− Derivar al adulto mayor a un programa de
educación sistemática
Eliminación
− Tener libre de secreciones la vía área
superior
− Estimular
la ingesta hídrica
con el objeto
de fluidificar las secreciones
− Enseñar mecánica de la tos efectiva
Caídas
− Valorar
el riesgo de
caídas (existe una
pérdida de fuerza,
tono y tamaño muscular).
− Evaluar
las condiciones ambientales
en donde de
desenvuelve el adulto mayor como:
baño, dormitorio, cocina, salas, escaleras y fuera de la casa. También es importante
tener buena iluminación, contar con
pisos antideslizantes, entre otras cosas.
− Utilizar zapatos cómodos, anchos, bajos y antideslizantes.
− Promover los beneficios del ejercicio
muscular activo
− Promover la recuperación y mantenimiento de
la postura corporal
− Vestir al adulto mayor cómodo y adecuado al
clima
− Si el adulto mayor ha sufrido caídas durante
los últimos 3 meses, se debe derivar
junto con sus cuidadores a un programa de educación sistemática.
Medicamentos
Registrar:
nombre, dosis y
horario de todos
los medicamentos recetados o autor
recetados que el
adulto mayor se
encuentre ingiriendo
− Pesquisar efectos colaterales de estos
− Investigar sobre la adherencia al tratamiento
farmacológico recetado
− Educar
sobre la utilización
de métodos de
organización de la administración de los medicamentos
Actividad y reposo
− Indagar
sobre la capacidad para
desarrollar Actividades de la Vida diaria
(AVD)
− Incentivar
el ejercicio moderado según
su estado de
salud, se les puede recomendar que caminen todos los
días
− Educar sobre el equilibrio entre la actividad
y el reposo
− Educar sobre los cuidados al utilizar silla
de rueda, bastones, etc.
6. Estimular la comunicación y las actividades
sociales
− Dar a conocer métodos alternativos de
comunicación de demandas
− Haga participe al adulto mayor de su propio
cuidado
− Estimule a los cuidadores para que apoyen al
adulto mayor
7. Controlar los peligros ambientales
−
Procurar que exista
una buena iluminación
en los lugares
de desplazamientos habituales del AM o en el hospital.
− Procurar que exista una buena ventilación del
ambiente físico y de los objetos
personales de los AM
− Evitar la luz de frente y brillante.
− Utilizar pisos antideslizantes
− Utilizar colores diferentes para el piso y
los muebles, destacando los bordes de las escaleras y pisos resbalosos (baño).
− Evitar el contacto directo con el polvo
ambiental
− Precaución en el manejo de objetos y
sustancias calientes.
8. Investigar
los sistemas de apoyo sociales
− Sistema de salud
− Cuidadores
9. Establecer
con el adulto mayor
y sus cuidadores metas y
tareas para lograr niveles
óptimos de autocuidado
10. Proporciones educación a los cuidadores
sobre:
− Cambios posturales
− Prevención de úlceras por presión
Estimule
y enseñe una higiene física correcta
− Hidratación de la piel
Para adultos mayores hospitalizados:
− Oriente al adulto mayor sobre el servicio en
donde se encuentra
− Establecer
un protocolo para
prevenir efectivamente las
úlceras por presión
− Mantenga un ambiente seguro para el adulto
mayor: buena iluminación, pisos secos con pisos antideslizantes, mantener
espacios libres para que el adulto mayor se desplace sin dificultades.
− Prestar
ayuda en aquellas
actividades de la
vida diaria que
el adulto mayor demande
− Observar signos de retención, deshidratación
o de sobre hidratación
− Aporte de
líquidos dentro de los
parámetros en que la
enfermedad lo permita
− Apoyar y estimular la alimentación
− Compruebe el uso de prótesis para la
alimentación
− Dejar la chata y/o pato cerca y a la altura
de las manos del adulto mayor
− Administre medicamentos en forma juiciosa
(pueden estar reducidas la
frecuencia o
la dosis de
administración), recuerde que
la absorción, destoxificación y
excreción de fármacos se encuentran reducidas
− Manejar con mucho criterio y cuidado las
medidas de contención
− Invadir lo menos posible al adulto mayor
− Tratar lo antes posible las equimosis
secundaria a las punciones venosas
o
arteriales
− Integre a la familia en los cuidados básicos
del adulto mayor
− Desarrolle programas educativos
sistematizados para el adulto mayor y sus cuidadores dependiendo de los cuidados específicos de enfermería con
que será dado de alta
Es
la última etapa del proceso de enfermería y consiste en supervisar y evaluar la
atención de enfermería diagramada con el objeto de pesquisar la efectividad de
las acciones planeadas, el logro de las metas y la resolución de las metas adquiridas en función del bienestar
del adulto mayor.
Valoración geriátrica multidisciplinaria
Entrevista
La entrevista
de un adulto mayor
debe considerar las
variaciones individuales con respecto
a la experiencia,
conocimientos, capacidad intelectual y
personalidad. También es necesario
tener en cuenta
que el ritmo del
envejecimiento varía entre
los adultos mayores y que
muchas veces la edad fisiológica y la edad cronológica no coinciden.
Sugerencias al momento de la
entrevista:
− Colóquese frente al adulto mayor
− Hable clara y lentamente, con un lenguaje
sencillo
− Ambiente bien iluminado
− Haga preguntas cortas
− Consulte a los familiares para obtener o
aclarar información
Valoración Geriátrica
Multidisciplinaria
− Anamnesis completa y exploración física
− Lista detallada de los medicamentos
(recetados y autor recetados).
− Extensa
revisión de la
función como: marcha, actividades
de la vida diaria y evaluación del grado de
independencia.
− Actitudes
de la vida
diaria básicas: bañarse, vestirse,
asearse, de ambulación y alimentación.
− Instrumentales: actividades domésticas,
compra de comestibles, preparación de comidas,
cumplimiento de la medicación, habilidades en la comunicación, gestión del
dinero.
− Uso de dispositivos de ayuda para la de
ambulación y función
Revisión por
sistemas sobre todo
de los síndromes
geriátricos habituales:
− Estado nutricional
− Incontinencia urinaria
− Demencia precoz
− Depresión
− Evaluación
del estado mental con
especial atención a
la cognición, memoria y humor
− Caídas,
trastornos de la marcha y
del equilibrio que provoca temor
a caerse
− Heridas cutáneas, úlceras por decúbito
− Situación social
− Identificación de los cuidadores y probables cuidadores, incluyendo a quienes se encargan del
mantenimiento del hogar
− Valoración de las capacidades de los
cuidadores
− Valoración de los recursos financieros y
sanitarios
− Discutir
con el adulto
mayor los deseos
relativos al apoyo
vital avanzado
− Valoración de la situación social
Los
métodos para realizar esta valoración geriátrica incluyen procesos médicos y
de enfermería tradicionales, las
intervenciones sociales, dietéticas,
y de rehabilitación.
Los
profesionales que pueden contribuir son:
− Enfermeras
− Médicos
− Asistentes sociales
− Fisioterapeutas
− Terapeutas ocupacionales
− Kinesiologos
− Psicólogos
− Entre otros profesionales
También
es necesario educar a aquellas personas que trabajan con los adultos mayores
como:
− Familiares
− Cuidadores de ancianos
Luego
de realizada la valoración por parte
de los profesionales de la salud
es necesario intervenir
en aquellos aspectos más
deficitarios del cuidado del
adulto mayor. En esta sección de ha seleccionado un problema frecuente de
cuidado para analizarlo en detalle.
Intervención Geriátrica
Multidisciplinaria
En resumen:
Creemos
que es importante abordar el cuidado de los adultos mayores desde una
perspectiva biosicosocial e
integral abordando el quehacer de varias disciplinas para lograr
un cuidado humanizado y transdisciplinario.
Problema
Déficit
en el autocuidado: alimentación; baño e higiene personal; vestido y administración
de medicamentos relacionado con un deterioro en las habilidades y capacidades
de autocuidado manifestado por: deterioro en la capacidad de cortar los
alimentos, dificultad para bañarse, falta de interés en su higiene personal,
deterioro en la capacidad de ponerse o quitarse la ropa, dificultad para del
manejo de sus medicamentos.
Intervención
Profesionales
de la Salud
• Valorar el déficit de autocuidado
• Plantearse estrategias prácticas de
intervención como:
– Alimentación: establecer rutinas de comidas y
orientar en la preparación y administración de los alimentos
– Baño e Higiene personal: estimular el baño
diario, recomiende el cuidado de los pies y la humectación de la piel
– Oriente en la elección de la ropa respetando
sus gustos
– Administración Medicamentos: oriéntelo sobre
el uso del pastillero y sobre los efectos adversos de la automedicación
Adulto
Mayor y Cuidadores
• Mostrará una higiene óptima
• Participaran física y/o verbalmente en las
actividades de alimentación, vestido y baño
• manifestarán mayor interés y deseo de comer,
bañarse y hacerse su higiene personal
• Se bañará por si solo
• demostrará la capacidad de autoadministración
de medicamentos
Creemos
que es importante abordar el cuidado de los adultos mayores desde una
perspectiva biosicosocial e
integral abordando el quehacer de varias disciplinas para lograr
un cuidado humanizado y transdisciplinario.
CUIDADOS DE ENFERMERIA DEL ADULTO MAYOR
Una justificación de cuidados de
enfermería es argumentar científicamente a que quieres llegar, x ejemplo en el
adulto mayor es demasiado lo que quieres abarcar, debe de ser de un tema en
específico x ejemplo cuidados de higiene, o de una patología en general, pues
bien si es para una titulación debes de escoger primero tu tema, posteriormente
buscar toda la información al respecto, después ir puliendo todo y ahí de
seguro encontraras un tema en específico que quieras abarcar, de ahí tendrás
que decir en tu justificación que es lo que vas a portar en tu trabajo, y sobre
que teoría específica lo quieres hacer
En el estado de salud de un adulto
mayor, influyen distintos factores tales como: herencia, habilidades
cognoscitivas, edad, sexo, ambiente, estilos de vida, localización geográfica,
cultura, religión, estándar de vida, creencias y prácticas de salud, experiencias
previas de salud, sistemas de apoyo, entre otras dimensiones. Al valorar a un
adulto mayor es necesario hacerlo en una perspectiva integral para identificar
los problemas físicos, psicológicos y sociales que presentan ellos y sus
cuidadores:
Escuchar aquello que el adulto mayor
nos quiere decir
− Dirija la voz al oído del adulto mayor, colocarse de frente y a su altura.
− Hablarle despacio, evitando los tonos agudos.
− Utilizar un lenguaje sencillo, coherente y concreto de acuerdo a los requerimientos del adulto mayor.
− Dirija la voz al oído del adulto mayor, colocarse de frente y a su altura.
− Hablarle despacio, evitando los tonos agudos.
− Utilizar un lenguaje sencillo, coherente y concreto de acuerdo a los requerimientos del adulto mayor.
Controlar los signos vitales
Realizar examen físico detallado:
− Buscar aquellos parámetros de normalidad e identificar las patologías con el objeto de remitir al médico en forma oportuna.
− Identificar los déficit de autocuidado para determinar el plan de cuidados que requiera el adulto mayor. Fomentar aspectos del autocuidado del adulto mayor.
Realizar examen físico detallado:
− Buscar aquellos parámetros de normalidad e identificar las patologías con el objeto de remitir al médico en forma oportuna.
− Identificar los déficit de autocuidado para determinar el plan de cuidados que requiera el adulto mayor. Fomentar aspectos del autocuidado del adulto mayor.
Aseo e higiene
− Educar en cuanto a la limpieza del tapón ceroso.
− Educar en cuanto a la limpieza personal.
− Estimular el cepillado de dientes después de la comida para evitar la halitosis (mal aliento) y la limpieza de las prótesis, con agua con bicarbonato.
− Educar en cuanto a la limpieza del tapón ceroso.
− Educar en cuanto a la limpieza personal.
− Estimular el cepillado de dientes después de la comida para evitar la halitosis (mal aliento) y la limpieza de las prótesis, con agua con bicarbonato.
Piel
− Lubricar y masajear superficialmente las zonas de las articulaciones.
− Hidratar el lóbulo de la oreja para evitar resequedad y rasquiña en la zona.
− Hidratar la piel en general con cremas lubricantes.
− Usar protectores solares en la exposición al sol.
− Lubricar y masajear superficialmente las zonas de las articulaciones.
− Hidratar el lóbulo de la oreja para evitar resequedad y rasquiña en la zona.
− Hidratar la piel en general con cremas lubricantes.
− Usar protectores solares en la exposición al sol.
Alimentación
−Estimular el consumo de líquidos, ya que el adulto mayor es más susceptible de caer en una deshidratación por las alteraciones que se producen con la edad en cuanto a la capacidad de dilución y de concentración de agua.
− Calcular el índice de masa corporal.
− Mantener una dieta alimenticia adecuada.
− Estimular la alimentación con una presentación atractiva de los alimentos.
− No consumir alimentos muy salados, calientes o ácidos.
− Dar alimentos con abundantes salsas en aquellos adultos mayores con resequedad de la mucosa oral.
− Apoyar el déficit en la masticación y la deglución con la preparación de alimentos blandos.
−Estimular el consumo de líquidos, ya que el adulto mayor es más susceptible de caer en una deshidratación por las alteraciones que se producen con la edad en cuanto a la capacidad de dilución y de concentración de agua.
− Calcular el índice de masa corporal.
− Mantener una dieta alimenticia adecuada.
− Estimular la alimentación con una presentación atractiva de los alimentos.
− No consumir alimentos muy salados, calientes o ácidos.
− Dar alimentos con abundantes salsas en aquellos adultos mayores con resequedad de la mucosa oral.
− Apoyar el déficit en la masticación y la deglución con la preparación de alimentos blandos.
Al valorar a un adulto mayor es necesario hacerlo
en una perspectiva integral para identificar los problemas físicos,
psicológicos y sociales que presentan ellos y sus cuidadores.
Incontinencia
− Fomentar un buen patrón de eliminación intestinal. − Observe signos de estreñimiento, si existen, apoyar con dieta rica en fibra y con vaselina líquida hasta lograr un tránsito normal. − Planificar una educación vesical con eliminación de orina cada cuatro horas, ya que los adultos mayores son más susceptibles a las infecciones por un aumento de la orina residual. − Educar sobre el uso de ropa interior de algodón. − Valorar la presencia de signos y síntomas de Incontinencia Urinaria. − Educar al adulto mayor y familiares sobre las medidas de sostén para los adultos mayores incontinentes, tales como: toallas higiénicas, pañales, entre otros. |
Eliminación
−Tener libre de secreciones la vía área superior.
−Estimular el consumo de líquidos con el objeto de fluidificar las secreciones.
−Enseñar mecánica de la tos efectiva.
−Tener libre de secreciones la vía área superior.
−Estimular el consumo de líquidos con el objeto de fluidificar las secreciones.
−Enseñar mecánica de la tos efectiva.
Caídas
− Valorar el riesgo de caídas (existe una pérdida de fuerza, tono y tamaño muscular).
− Evaluar las condiciones ambientales en donde se desenvuelve el adulto mayor como: baño, dormitorio, cocina, sala, escaleras y fuera de la casa. También es importante tener buena iluminación, contar con pisos antideslizantes, entre otras cosas.
− Utilizar zapatos cómodos, anchos, bajos y antideslizantes.
− Promover los beneficios del ejercicio muscular activo.
− Promover la recuperación y mantenimiento de la postura corporal.
− Vestir al adulto mayor cómodo y adecuado al clima.
− Valorar el riesgo de caídas (existe una pérdida de fuerza, tono y tamaño muscular).
− Evaluar las condiciones ambientales en donde se desenvuelve el adulto mayor como: baño, dormitorio, cocina, sala, escaleras y fuera de la casa. También es importante tener buena iluminación, contar con pisos antideslizantes, entre otras cosas.
− Utilizar zapatos cómodos, anchos, bajos y antideslizantes.
− Promover los beneficios del ejercicio muscular activo.
− Promover la recuperación y mantenimiento de la postura corporal.
− Vestir al adulto mayor cómodo y adecuado al clima.
Medicamentos
−Registrar: nombre, dosis y horario de todos los medicamentos recetados o autor recetados que el adulto mayor se encuentre consumiendo.
− Vigilar efectos colaterales, investigar sobre la adherencia al tratamiento farmacológico, educar sobre la utilización de métodos de organización de la administración de los medicamentos.
−Registrar: nombre, dosis y horario de todos los medicamentos recetados o autor recetados que el adulto mayor se encuentre consumiendo.
− Vigilar efectos colaterales, investigar sobre la adherencia al tratamiento farmacológico, educar sobre la utilización de métodos de organización de la administración de los medicamentos.
Actividad y reposo
− Indagar sobre la capacidad para desarrollar Actividades de la Vida diaria (AVD).
−Incentivar el ejercicio moderado según su estado de salud, se les puede recomendar que caminen todos los días.
−Educar sobre el equilibrio entre la actividad y el reposo
−Educar sobre los cuidados al utilizar silla de ruedas, bastones, etc.
− Indagar sobre la capacidad para desarrollar Actividades de la Vida diaria (AVD).
−Incentivar el ejercicio moderado según su estado de salud, se les puede recomendar que caminen todos los días.
−Educar sobre el equilibrio entre la actividad y el reposo
−Educar sobre los cuidados al utilizar silla de ruedas, bastones, etc.
− Precaución en el manejo de objetos y sustancias
calientes.
Establecer con el adulto mayor y sus cuidadores metas y tareas para lograr niveles óptimos de autocuidado.
Establecer con el adulto mayor y sus cuidadores metas y tareas para lograr niveles óptimos de autocuidado.
Proporcionar educación a los cuidadores sobre:
−Cambios posturales.
−Prevención de úlceras por presión.
−Estimular y enseñar Estimular la comunicación y las actividades sociales
−Dar a conocer métodos alternativos de comunicación.
− Hacer partícipe al adulto mayor de su propio cuidado.
−Estimular a los cuidadores para que apoyen al adulto mayor.
−Cambios posturales.
−Prevención de úlceras por presión.
−Estimular y enseñar Estimular la comunicación y las actividades sociales
−Dar a conocer métodos alternativos de comunicación.
− Hacer partícipe al adulto mayor de su propio cuidado.
−Estimular a los cuidadores para que apoyen al adulto mayor.
Controlar
los peligros ambientales
−Procurar que exista una buena iluminación en los lugares de desplazamientos habituales del AM o en el hospital.
−Procurar que exista una buena ventilación del ambiente físico y de los objetos personales de los AM.
−Evitar la luz de frente y brillante.
− Utilizar pisos antideslizantes.
− Utilizar colores diferentes para el piso y los muebles, destacando los bordes de las escaleras y pisos resbalosos (baño).
− Evitar el contacto directo con el polvo ambiental. una higiene física correcta
−Procurar que exista una buena iluminación en los lugares de desplazamientos habituales del AM o en el hospital.
−Procurar que exista una buena ventilación del ambiente físico y de los objetos personales de los AM.
−Evitar la luz de frente y brillante.
− Utilizar pisos antideslizantes.
− Utilizar colores diferentes para el piso y los muebles, destacando los bordes de las escaleras y pisos resbalosos (baño).
− Evitar el contacto directo con el polvo ambiental. una higiene física correcta
UTILIZAR REFERENCIAS
Principales
causas de Referencia y Contra referencia
El sistema de referencia y contra referencia
busca diseñar e implantar un sistema que articule de manera eficiente la red de
servicios y asegure la continuidad de la atención de los usuarios lo que
muestra la capacidad local de atender la demanda de servicios de salud y la
eventual movilización de personas de un Centro de Salud por la limitación del
personal local para atenderlo. Particularmente esta población presenta movilidad
reducida en la mayoría de los casos lo que es
para que el sistema provea información respecto al nivel resolutivo
local en la atención de los padecimientos de la población adulta mayor y que de
acuerdo al Modelo de Atención en Salud, un Centro de Trabajo tenga el personal
formado para atender sus servicios. El aumento en las referencias de las Áreas
de Salud a los Hospitales Regionales y Periféricos y de estos a los Hospitales
Nacionales, hacen pensar que se deba a necesidades de personal especializado en
esta área.
Algunas
de las principales patologías que son causa de Referencia y Contra referencia
de la red de servicios que fueron enumeradas en los diferentes centros se
resumen a continuación:
1.-
Deterioro cognitivo
2.-Descompensación
enfermedades crónicas:
3.-Hipertensión
Arterial, Diabetes Mellitus, Enfermedad Pulmonar Obstructiva, Inmovilización.
4.-Complicaciones
de:
5.-Accidentes
Vascular Cerebral, Fractura de cadera, Enfermedad Renal Crónica y Cardiopatía
6.-Isquémica.
(AMPLIAR)
VISITA DOMICILIARIA
Según la OMS
(1981), existen algunos criterios mínimos acerca de las situaciones que
requieren de forma prioritaria atención domiciliaria, con el objeto de proporcionar información,
educación y apoyo al individuo (sano o
enfermo) y a su familia. Entre Éstos criterios se encuentran:
1. Familias con adultos mayores de 80 años.
2. Personas que viven solas o sin familias.
3. Personas que no pueden desplazarse al centro
de salud.
4. Familias con enfermos graves o inválidos.
5. Personas con alta hospitalaria reciente.
6. Personas con medicación vital.
Igualmente
la OMS, establece algunos objetivos claves con base a Èstos criterios, que todo programa de atención domiciliaria
debe cumplir, entre ellos esta·:
1. La
proporción de la atención a la población que no pueda desplazarse al centro de salud.
2. La
proporción de la información, educación y apoyo al enfermo y su familia.
3. Facilitar
la prevención primaria, secundaria y terciaria.
4. Evitar
ingresos innecesarios.
5. Unificar la calidad de atención
de todos los profesionales implicados: protocolos de actuación, sesiones clínicas
control del dolor, prevención de ˙ulceras, etc.
6. Promover
la coordinación entre la oferta de servicios sanitarios y sociales.
Así mismo,
para garantizar el desarrollo del programa, se requiere de:
1. La participación
de todos los miembros del equipo de salud.
2. La valoración
integral del enfermo y su familia.
3. La coordinación
con los demás recursos sanitarios y sociales.
4. La participación
comunitaria, desde la propia familia hasta las diversas asociaciones que
existan.
Según la
OMS, las actividades que se lleven a cabo van a depender del grado de
dependencia del enfermo, de la patología que presente, de las características
de la familia que le cuida y de los recursos con que Éste cuenta.
En vista de
que entre los criterios de adscripción de la familia al programa de salud
familiar, se encuentra el criterio epidemiológico, se considera de gran
importancia tratar el aspecto de la incapacidad e invalidez como elementos
fundamentales para la prioridad en el momento de la inclusión. Por esto, de
manera sencilla se describe la atención del adulto mayor como miembro de riesgo
del grupo familiar, y su cuidado brindado por el resto de la familia. Parte de lo
que les ocurre a los a los mayores enfermos se dirime en el escenario del hogar, en Él, a través
de la atención domiciliaria, se intenta una
asistencia clínica, orientada a conseguir en los pacientes, el mayor grado de independencia, la potenciación del
autocuidado y una mejora de la calidad de
vida en relación con los problemas de salud que les afectan.
La atención
domiciliaria, es el espacio donde confluyen profesionales procedentes de distintos niveles sanitarios y
de estamentos sociales no sanitarios.
Esta proliferación de profesionales, instituciones y organizaciones, procedentes de los servicios sociales y
sanitarios crea mucha confusión y no rentabilizan
los recursos y los esfuerzos que esta actividad genera. Esta claro que para resolver los problemas de la atención
domiciliaria deberemos implementar
modelos de organización, que faciliten la incorporación y colaboración de otras instituciones con
responsabilidades en la gestión de este
tipo de actividades que permitan ofertar una atención a domicilio integrada de calidad.
Desde esta
nueva perspectiva de la atención domiciliaría centrada en la atención familiar,
el abordaje de la enfermedad crónica en ancianos inmovilizados o discapacitados deber· cumplir
el objetivo general de realizar actividades
de asistencia, prevención, promoción y rehabilitación de la salud en las personas mayores, desde la triple
perspectiva, individual, familiar y social,
en el domicilio del paciente.
Consideramos
que los profesionales, medico, enfermero y trabajador social, implicados en un programa de atención
domiciliara y atención familiar, deberán
prepararse para realizar las siguientes actividades:
• Diagnosticar del problema clínico.
• Planificar actividades terapéuticas, los
cuidados y la rehabilitación.
• Transferir lo clínico a lo psicosocial.
• Estudiar el problema clínico y psicosocial en
el contexto familiar, analizando las repercusiones de la enfermedad crónica del
mayor sobre la familia y viceversa, evaluando de forma especial las
repercusiones sobre la organización y función familiar.
• Analizar la carga de trabajo que sufre la
cuidadora principal y las repercusiones sobre su salud, y sobre sus actividades laborales, económicas y
sociales.
• Evaluar los apoyos informales y la necesidad
de utilizar los recursos formales de la comunidad. •
Realizar el diagnostico y decidir la intervención y planificar el
seguimiento del proceso clínico-familiar y de las visitas domiciliarias
programadas.
Especial mención
merece la detección, estudio y abordaje de las familias de riesgo, ya que requerirán
estrategias globales de coordinación a nivel interprofesional e
interinstitucional y a trabajar con enfoque de riesgo para establecer una
adecuada intervención socio sanitaria, así como, para desarrollar políticas de trasformación
social, que prevenga y detenga estos procesos de deterioro.
Es por esto,
que la visita domiciliaria, que es una actividad propia de la atención
primaria, adquiere un enfoque nuevo cuando se utilizan los conceptos y técnicas
de la atención familiar, y esto permite mejora la calidad de la asistencia a los mayores inmovilizados o
discapacitados.
·
La atención domiciliaria hace
referencia a un programa de atención que sin
poner en riesgo la vida del paciente y
bajo un modelo multidisciplinario
brinda una solución a los problemas de salud de ciertos pacientes
(los que cumplen los criterios de inclusión) conservando siempre como mayor
logro y objetivo la ganancia en términos
de calidad de vida.
En el modelo de atención
domiciliaria caben actividades de todo el espectro de los servicios de salud
desde el fomento y la protección de la salud, la atención primaria, la prevención
clínica, la hospitalización en casa con el uso domiciliario de equipos
tradicionalmente hospitalarios, enfermedades de alto costo y procedimientos de rehabilitación.
1.2 Evidencia sobre
atención domiciliaria
Esta revisión encuentra
que las ventajas que se le atribuyen a la atención domiciliaria pueden
resumirse en tres tópicos básicos así:
1.
|
Aspecto científico-técnico:
|
·
Ausencia de
infecciones nosocomiales.
·
Evitación de los
fenómenos de «hospitalismo».
|
2.
|
Aspecto
psicosocial:
|
·
Permite mayor
intimidad y comodidad, además de liberalizar los horarios de actividades
propias (alimentación, descanso, higiene, etc.).
|
3.
|
·
Disminuye los
costes marginales por proceso.
·
Facilita el
acceso a los hospitales a quien realmente los necesita.
·
Sirve de
conexión entre el hospital y el primer nivel, favoreciendo la comunicación entre los profesionales de ambos niveles asistenciales
|
·
Valoración.
·
Diagnostico.
·
Planes de cuidados.
·
Ejecución.
·
Evaluación.
*Historia Integral
Entrevista Patrones funcionales.
(DSP 02).
Clínica Examen físico. *Historia de
la clínica del adulto Mayor.
Revisión de exámenes.
Funcional Aplicación de la escala de
capacidad de autonomía (EVA).
Temor, Ansiedad., Emocional
Incertidumbre., Ideas preconcebidas.
Factores socioculturales.,
Actividades Educativas., Educativas
Círculos del anciano, Grupos de
Apoyo, Geogranjas, Actividades Culturales, recreativas etc
* Metas; a cumplir por el anciano,
familia y profesional de enfermería.
·
Concretar actividades:
* Quien hace.
Hoja de auto cuidado.
·
Fijar nueva cita:
*Hoja-ficha para próxima citas o tramite por historia médicas.
·
Apoyo con material escrito y educativo.
* Videos.
* Folletos.
*Trípticos.
·
Visita domiciliaria.
EVALUACIÓN
·
Nueva valoración.
·
Metas- objetivos alcanzados.
·
Evolución funcional del anciano.
RECURSOS
HUMANOS.
·
Medico de medicina interna.
·
Licenciada en enfermería.
·
Bachiller en enfermería.
·
Nutricionista.
·
Trabajadora social.
·
Licenciada bioanalista.
·
Miembros del equipo de sectorización y de la comunidad.
RECURSOS MATERIALES
·
Equipo de ORL.
·
Archivador y carpetas.
·
Tensiómetro.
·
Estetoscopio.
·
Cinta métrica.
·
Estadio metro.
·
Paraban.
·
Camillas.
·
Linterna.
·
Martillo percutor.
·
Medidor de glicemia capilar (cintas).
·
TV más, 1 VHS.
·
Cestas para ropa, utensilios de aseo personal y / o del hogar.
·
Cámara Filmadora
·
Cartelera.
·
Radio AM, FM, con reproductor de CD.
·
Material para curas y citología.
·
Maletines para visita domiciliarias.
·
Material para carnetizaciòn de los usuarios.
Objetivos:
·
Diagnosticar o detectar alteraciones, posibles riesgos y otros factores que
contribuyan a problemas mayores.
·
Prevenir el deterioro de un trastorno existente.
·
Administrar cuidados de atención directa.
·
Aplicar proceso de atención de enfermería.
·
Actualizar conocimientos a través de la investigación.
Intervención de enfermería en el cuidado del adulto mayor y la familia.
a.- Conservar la salud y la familia:
1- Promover el sentimiento positivo
sobre la salud del anciano:
a.
Recordar que los cambios fisiológicos del envejecimiento son normales y
naturales de una fase de la vida; la forma como se vive y la personalidad desempeñan un papel
importante en la salud y longevidad.
2- Estimular la
atención y el asesoramiento periódicamente para evitar el deterioro de un
trastorno existente a través de métodos computarizados de
manera que se pueda detectar el desarrollo de cualquier patología
y así atacar el problema y determinar el estado de bienestar.
3- Promover la
prevención de accidentes en las personas de edad avanzada y sus familiares:
b.
Alentar los esfuerzos por continuar las actividades, en conservación de la
salud.
a.
Presciencia alta de caídas motivada a la edad, trastornos patológicos,
incapacidad locomotriz, disminución del control de la postura, riesgo ambiental
y temor a caer.
b.
Conservar las actividades físicas y mentales para mejorar la confianza y la
movilidad.
4- Protegerlo de
enfermedades infecciosas mediante inmunización (sobre todo contra influenza y neumonía).
5- Favorecer la socialización para evitar el
deterioro mental y la depresión, conservando vivo el
deseo de vivir:
c.
Levantarse lentamente, para evitar lipotimia.
a.
Conocer los factores de riesgo: Vivir solo, muerte de un allegado,
problemas de inmovilidad, cambio en sus patrones de vida
en forma repentina, aislamiento social.
7. Programar y
coordinar los servicios de salud preventivos, terapéuticos y restituyentes.
b.- Para detectar
patologías:
d.
Asegurarse de que el anciano tiene la estimulación sensitiva por parte de
la familia.
a.
ELECTROCARDIGRAMA: Demuestra alteraciones cardiacas leves.
b.
RADIOGRAFÍA DE TORAX: detecta tuberculosis, tumores a nivel
pulmonar, tamaño del músculo cardiaco, estructura ósea del tórax y
alteraciones de los principales vasos sanguíneos.
c.
PRUEBAS DE FUNCIÓN PULMONAR: Para descartar bronquitis y enfisema.
c.- Evitar el avance de un trastorno existente:
a.
Explicar tanto al anciano como a sus familiares que tipo de pruebas están disponibles en el
descubrimiento oportuno de enfermedades, dar apoyo y valor.
b.
Alentar a que deje de fumar.
c.
Aconsejar que evite las temperaturas extremas.
d.
Educando sobre el cuidado de los pies.
EDUCACION PARA LA
SALUD ENFATIZANDO EN LA PROMOCION DE HABITOS DE VIDA
Para fundamentar adecuadamente las políticas de promoción
y educación en temas de salud del adulto mayor, es necesario conceptualizar el
estilo de vida, el cual resulta de la interacción de la personalidad con el
ambiente en que se vive, incluyendo los aspectos físicos, biológicos,
económicos, sociales, tecnológicos y culturales en general.
Al respecto, el estilo de vida está formado por el
agregado de decisiones que toman los individuos sobre los que tienen cierto control
y que afectan su salud, además, el estilo de vida puede ser considerado también
como el conjunto de hábitos que tiene una persona para llevar a cabo las
actividades cotidianas de la vida, constituido por tres niveles, es decir, el
material, el social y el ideológico. En relación al aspecto material se incluye
la vivienda, la ropa, la alimentación y el desarrollo tecnológico; como ejemplo
de lo social, refiere a la organización social, la estructura y dinámica de la
familia, el ambiente político y la vida en la ciudad o campo, y finalmente, el
componente ideológico en el que se contemplan los conceptos que el individuo
tiene sobre la salud, la enfermedad, la curación y la muerte.
En el campo de la salud, la OPS/OMS refieren que el estilo de vida representa el conjunto de decisiones que toma el individuo con respecto a su salud y sobre las cuales ejerce cierto grado de control . Por tal motivo, desde el punto de vista de la salud, las malas decisiones y los hábitos personales perjudiciales conllevan riesgos que se originan en el propio individuo, cuando esos riesgos tienen como consecuencia la enfermedad o la muerte, se puede afirmar que el estilo de vida contribuyó a ellas.
A este respecto, la mayoría de las personas de 60 años y mas están en buenas condiciones físicas, y su salud es buena, pero al envejecer pierden la capacidad de recuperarse de las enfermedades en forma rápida o completa, y se vuelven más propensas a debilitarse y a necesitar ayuda para su cuidado personal.
En este sentido, por cuanto la vejez no es una enfermedad, sino una etapa evolutiva de la vida, la vejez resulta de la interacción de factores genéticos influencia del medio ambiente y estilo de vida de una persona, es la suma de todos los cambios que normalmente ocurren con el paso del tiempo. Señala además que:
De allí que, es importante iniciar una intensa campaña de divulgación sobre el proceso de envejecimiento, así como las posibles medidas que deben tomarse para favorecer el proceso de adaptación y la disminución de discapacidades y el desarrollo de una conciencia social responsable en el núcleo familiar, siendo que la familia mantiene la disposición de cumplir con lo que consideran un deber.
Cabe destacar además, los estudios realizados en diferentes grupos de las Américas al referir que los vecinos y los amigos forman parte de las redes de apoyo en los adultos mayores de 60 años.
Estos planteamientos producen gran satisfacción en el adulto mayor, por cuanto implica brindar compañía, compartir confidencias y proveer servicios de ayuda en actividades cotidianas, al mismo tiempo que le ayudan a mantener una autoestima positiva y en ocasiones le proveen un sentimiento de continuidad existencial.
Sobre este particular, a medida que la persona envejece, sus expectativas de salud parecen disminuir, independientemente de la condición de estar o no sano.
Por cuanto el aumento de la población de adultos mayores en este siglo es significativo, la mayor preocupación de la OMS/OPS se centra en una mayor calidad de vida para este grupo poblacional, con lo cual, se vislumbra la promoción de la salud y la participación activa, consciente y decidida del propio individuo en sus cuidados. (1996)
De tal manera que para promocionar la salud, es indispensable comprender la situación social, económica y de salud de la personas de edad avanzada, por lo que hablar de salud, engloba todo lo relacionado con la parte física, sicológica, social y económica del anciano, ya que de este contexto va a depender la salud del mismo.
En el mismo orden de ideas, se estudian los hábitos personales de salud del adulto mayor, definidos en este estudio como las costumbres que posee el adulto mayor para relacionarse con su entorno comunitario y adoptar medidas de promoción de la salud, las cuales son prioritarias para las personas de edad, puesto que el impacto que se busca es el mejoramiento de su calidad de vida para prolongar los años productivos y garantizar su participación en el proceso de desarrollo integral de la población.
En este sentido, la promoción de la salud se define como las actividades que tienden al desarrollo de recursos para conservar o mejorar el bienestar del individuo. Todo esto conlleva a referir que en la 1era Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud celebrada en Canadá 1986, la Carta de Ottawa establece que para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones de satisfacer sus capacidades y de cambiar y adaptarse al medio ambiente. La estrategia de promoción de la salud lleva a enfermería a proporcionar educación a los usuarios y al personal de salud respecto al auto cuidado y cuidado del medio ambiente como también el uso adecuado y oportuno de los servicio.
La educación para el autocuidado, otorgada por cualquier profesional de la salud, es un servicio de la comunidad, y al igual que otros servicios que se otorgan, este debe estar de acuerdo con las necesidades de las personas, debe permitirle al individuo definir su situación de salud, identificar los problemas a medida que estos surgen, encontrar soluciones ya sea cuidando de si mismo, teniendo atención adecuada o realizando acciones sociales dirigidas hacia el problema especifico, dado que la promoción de la salud del adulto mayor no solo se centra en la búsqueda de los problemas, también se debe educar sobre los cambios que sufre el organismo y sus consecuencias.
Por cuanto la mayoría de las personas mayores tienen la capacidad física y mental necesaria para realizar actividades de autocuidado a sí mismas o a otras personas. Al respecto, en esta investigación se utilizó como marco conceptual la Teoría de la Enfermería para el Auto cuidado de Dorotea Orem, que en su aplicación al estilo de vida del adulto mayor, lo esencial de enfermería es asistir al usuario en sus conductas de auto cuidado, las cuales se consideran conductas apropiadas que implican auto responsabilidad. Las conductas de auto cuidado favorables se conciben como demandas terapéuticas, es decir como acciones que la persona requiere realizar para recobrar, mantener y promover su salud. Las enfermeras trabajan con sus clientes para enfatizar conductas de auto cuidado y así mejorar su salud y/o sus capacidades o habilidades funcionales.
En el campo de la salud, la OPS/OMS refieren que el estilo de vida representa el conjunto de decisiones que toma el individuo con respecto a su salud y sobre las cuales ejerce cierto grado de control . Por tal motivo, desde el punto de vista de la salud, las malas decisiones y los hábitos personales perjudiciales conllevan riesgos que se originan en el propio individuo, cuando esos riesgos tienen como consecuencia la enfermedad o la muerte, se puede afirmar que el estilo de vida contribuyó a ellas.
A este respecto, la mayoría de las personas de 60 años y mas están en buenas condiciones físicas, y su salud es buena, pero al envejecer pierden la capacidad de recuperarse de las enfermedades en forma rápida o completa, y se vuelven más propensas a debilitarse y a necesitar ayuda para su cuidado personal.
En este sentido, por cuanto la vejez no es una enfermedad, sino una etapa evolutiva de la vida, la vejez resulta de la interacción de factores genéticos influencia del medio ambiente y estilo de vida de una persona, es la suma de todos los cambios que normalmente ocurren con el paso del tiempo. Señala además que:
De allí que, es importante iniciar una intensa campaña de divulgación sobre el proceso de envejecimiento, así como las posibles medidas que deben tomarse para favorecer el proceso de adaptación y la disminución de discapacidades y el desarrollo de una conciencia social responsable en el núcleo familiar, siendo que la familia mantiene la disposición de cumplir con lo que consideran un deber.
Cabe destacar además, los estudios realizados en diferentes grupos de las Américas al referir que los vecinos y los amigos forman parte de las redes de apoyo en los adultos mayores de 60 años.
Estos planteamientos producen gran satisfacción en el adulto mayor, por cuanto implica brindar compañía, compartir confidencias y proveer servicios de ayuda en actividades cotidianas, al mismo tiempo que le ayudan a mantener una autoestima positiva y en ocasiones le proveen un sentimiento de continuidad existencial.
Sobre este particular, a medida que la persona envejece, sus expectativas de salud parecen disminuir, independientemente de la condición de estar o no sano.
Por cuanto el aumento de la población de adultos mayores en este siglo es significativo, la mayor preocupación de la OMS/OPS se centra en una mayor calidad de vida para este grupo poblacional, con lo cual, se vislumbra la promoción de la salud y la participación activa, consciente y decidida del propio individuo en sus cuidados. (1996)
De tal manera que para promocionar la salud, es indispensable comprender la situación social, económica y de salud de la personas de edad avanzada, por lo que hablar de salud, engloba todo lo relacionado con la parte física, sicológica, social y económica del anciano, ya que de este contexto va a depender la salud del mismo.
En el mismo orden de ideas, se estudian los hábitos personales de salud del adulto mayor, definidos en este estudio como las costumbres que posee el adulto mayor para relacionarse con su entorno comunitario y adoptar medidas de promoción de la salud, las cuales son prioritarias para las personas de edad, puesto que el impacto que se busca es el mejoramiento de su calidad de vida para prolongar los años productivos y garantizar su participación en el proceso de desarrollo integral de la población.
En este sentido, la promoción de la salud se define como las actividades que tienden al desarrollo de recursos para conservar o mejorar el bienestar del individuo. Todo esto conlleva a referir que en la 1era Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud celebrada en Canadá 1986, la Carta de Ottawa establece que para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones de satisfacer sus capacidades y de cambiar y adaptarse al medio ambiente. La estrategia de promoción de la salud lleva a enfermería a proporcionar educación a los usuarios y al personal de salud respecto al auto cuidado y cuidado del medio ambiente como también el uso adecuado y oportuno de los servicio.
La educación para el autocuidado, otorgada por cualquier profesional de la salud, es un servicio de la comunidad, y al igual que otros servicios que se otorgan, este debe estar de acuerdo con las necesidades de las personas, debe permitirle al individuo definir su situación de salud, identificar los problemas a medida que estos surgen, encontrar soluciones ya sea cuidando de si mismo, teniendo atención adecuada o realizando acciones sociales dirigidas hacia el problema especifico, dado que la promoción de la salud del adulto mayor no solo se centra en la búsqueda de los problemas, también se debe educar sobre los cambios que sufre el organismo y sus consecuencias.
Por cuanto la mayoría de las personas mayores tienen la capacidad física y mental necesaria para realizar actividades de autocuidado a sí mismas o a otras personas. Al respecto, en esta investigación se utilizó como marco conceptual la Teoría de la Enfermería para el Auto cuidado de Dorotea Orem, que en su aplicación al estilo de vida del adulto mayor, lo esencial de enfermería es asistir al usuario en sus conductas de auto cuidado, las cuales se consideran conductas apropiadas que implican auto responsabilidad. Las conductas de auto cuidado favorables se conciben como demandas terapéuticas, es decir como acciones que la persona requiere realizar para recobrar, mantener y promover su salud. Las enfermeras trabajan con sus clientes para enfatizar conductas de auto cuidado y así mejorar su salud y/o sus capacidades o habilidades funcionales.
Las Prácticas de Autocuidado.
La salud pública y las políticas sociales y de salud deben reconocer cuales son los factores que determinan el estilo de vida de las personas, cuales son las fuerzas que condicionan las conductas de salud y cuáles son las variables que influyen en la difusión de los conocimientos, adquisición de actitudes y prácticas de autocuidado en salud, sean estas favorables o desfavorables. Esto significa que el autocuidado es también responsabilidad de la sociedad y el estado, es decir, que no es solamente responsabilidad de los adultos mayores.
Las prácticas cambian de acuerdo con las circunstancias que rodean a las personas; para “entender la evolución de las prácticas de autocuidado se requiere revisar algunos ejemplos de cómo se han presentado a través del tiempo, y como se han ido acumulado en la sociedad, conformando un patrimonio de ritos, creencias, actitudes, representaciones, prácticas y conocimientos, hasta llegar a nuestros días; algunas de ellas intactas y otras modificadas.” .
El autocuidado: Se ha difundido gracias a los grupos de ayuda mutua o autoayuda, que florecieron en esa misma década. Este tipo de grupos han demostrado como el afrontamiento de las enfermedades crónicas y de los procesos debilitantes, se pueden abordar a través del aprendizaje y del apoyo mutuo, y no sólo mediante los protocolos médicos. Ellos se consideran como una forma eficaz de crear ambientes favorables para la salud. Un ejemplo de estos grupos es el conformado por Alcohólicos Anónimos.
Así mismo define el autocuidado como: “La práctica de actividades que las personas jóvenes y maduras emprenden con relación a su situación temporal y por su propia cuenta con el fin de seguir viviendo, mantener la salud, prolongar el desarrollo personal y conservar el bienestar.” . Se fundamenta en el marco conceptual del modelo de Orem, donde enfermería debe identificar las capacidades potenciales del individuo para que ellos puedan satisfacer sus necesidades de autocuidado con el fin de mantener la vida y la salud, recuperarse de los daños y de la enfermedad y manejarse con sus efectos. El foco de enfermería es identificar el déficit entre la capacidad potencial de autocuidado y las demandas de autocuidado de los pacientes. La meta de enfermería es eliminar el déficit entre las capacidades de autocuidado y la demanda.
Los problemas de enfermería son la deficiencia de los requerimientos/necesidades universales del desarrollo y desviaciones en la salud. Los cuidados de enfermería se orientan en sistemas de enfermería compensatorio total (la enfermera realiza todo el autocuidado del paciente; sistema compensatorio parcial (enfermera y paciente realizan el autocuidado) y el sustentador-Educativo (la enfermera ayuda a superar cualquier limitación en el autocuidado).
El profesional de salud busca estimular el cambio en las personas, de una actitud pasiva frente al cuidado de su salud a una activa, lo cual implica que las personas tomen la iniciativa y actúen en busca del bienestar deseado; además, se pretende lograr cambios de hábitos, costumbres y actitudes frente al cuidado de la propia vida y la del colectivo; para que esto se dé, se requiere internalizar la importancia de la responsabilidad y el compromiso que se tiene consigo mismo. El tema del autocuidado ha sido abordado por diferentes profesiones, tanto del área de la salud como del área social, debido a que tiene un alto contenido sociológico, antropológico, político y económico, por lo tanto su estudio es de carácter interdisciplinario. Para el profesional de la salud, el autocuidado es un reto puesto que él es el llamado a promoverlo.
Además, se hace notar que “las herramientas para el fomento del autocuidado son las mismas herramientas de la promoción de la salud: información, educación y comunicación social; participación social y comunitaria; concertación y negociación de conflictos; establecimiento de alianzas estratégicas y mercadeo social.” . Ellas ofrecen a las personas y a los grupos las posibilidades para lograr una mejor calidad de vida: Información, educación y comunicación social: La información, la educación y la comunicación social propician el incremento de conocimientos acerca del fomento de la salud, los problemas de salud y sus soluciones, e influyen sobre las actitudes para apoyar la acción individual y colectiva, e incrementan la demanda efectiva de servicios de salud.
La salud pública y las políticas sociales y de salud deben reconocer cuales son los factores que determinan el estilo de vida de las personas, cuales son las fuerzas que condicionan las conductas de salud y cuáles son las variables que influyen en la difusión de los conocimientos, adquisición de actitudes y prácticas de autocuidado en salud, sean estas favorables o desfavorables. Esto significa que el autocuidado es también responsabilidad de la sociedad y el estado, es decir, que no es solamente responsabilidad de los adultos mayores.
Las prácticas cambian de acuerdo con las circunstancias que rodean a las personas; para “entender la evolución de las prácticas de autocuidado se requiere revisar algunos ejemplos de cómo se han presentado a través del tiempo, y como se han ido acumulado en la sociedad, conformando un patrimonio de ritos, creencias, actitudes, representaciones, prácticas y conocimientos, hasta llegar a nuestros días; algunas de ellas intactas y otras modificadas.” .
El autocuidado: Se ha difundido gracias a los grupos de ayuda mutua o autoayuda, que florecieron en esa misma década. Este tipo de grupos han demostrado como el afrontamiento de las enfermedades crónicas y de los procesos debilitantes, se pueden abordar a través del aprendizaje y del apoyo mutuo, y no sólo mediante los protocolos médicos. Ellos se consideran como una forma eficaz de crear ambientes favorables para la salud. Un ejemplo de estos grupos es el conformado por Alcohólicos Anónimos.
Así mismo define el autocuidado como: “La práctica de actividades que las personas jóvenes y maduras emprenden con relación a su situación temporal y por su propia cuenta con el fin de seguir viviendo, mantener la salud, prolongar el desarrollo personal y conservar el bienestar.” . Se fundamenta en el marco conceptual del modelo de Orem, donde enfermería debe identificar las capacidades potenciales del individuo para que ellos puedan satisfacer sus necesidades de autocuidado con el fin de mantener la vida y la salud, recuperarse de los daños y de la enfermedad y manejarse con sus efectos. El foco de enfermería es identificar el déficit entre la capacidad potencial de autocuidado y las demandas de autocuidado de los pacientes. La meta de enfermería es eliminar el déficit entre las capacidades de autocuidado y la demanda.
Los problemas de enfermería son la deficiencia de los requerimientos/necesidades universales del desarrollo y desviaciones en la salud. Los cuidados de enfermería se orientan en sistemas de enfermería compensatorio total (la enfermera realiza todo el autocuidado del paciente; sistema compensatorio parcial (enfermera y paciente realizan el autocuidado) y el sustentador-Educativo (la enfermera ayuda a superar cualquier limitación en el autocuidado).
El profesional de salud busca estimular el cambio en las personas, de una actitud pasiva frente al cuidado de su salud a una activa, lo cual implica que las personas tomen la iniciativa y actúen en busca del bienestar deseado; además, se pretende lograr cambios de hábitos, costumbres y actitudes frente al cuidado de la propia vida y la del colectivo; para que esto se dé, se requiere internalizar la importancia de la responsabilidad y el compromiso que se tiene consigo mismo. El tema del autocuidado ha sido abordado por diferentes profesiones, tanto del área de la salud como del área social, debido a que tiene un alto contenido sociológico, antropológico, político y económico, por lo tanto su estudio es de carácter interdisciplinario. Para el profesional de la salud, el autocuidado es un reto puesto que él es el llamado a promoverlo.
Además, se hace notar que “las herramientas para el fomento del autocuidado son las mismas herramientas de la promoción de la salud: información, educación y comunicación social; participación social y comunitaria; concertación y negociación de conflictos; establecimiento de alianzas estratégicas y mercadeo social.” . Ellas ofrecen a las personas y a los grupos las posibilidades para lograr una mejor calidad de vida: Información, educación y comunicación social: La información, la educación y la comunicación social propician el incremento de conocimientos acerca del fomento de la salud, los problemas de salud y sus soluciones, e influyen sobre las actitudes para apoyar la acción individual y colectiva, e incrementan la demanda efectiva de servicios de salud.
Por lo tanto,
también se describe que: El fomento del autocuidado requiere de un enfoque
humanista, porque es necesario partir del concepto de persona como ser
integral, y de salud como “el resultado de los cuidados que uno mismo se
dispensa a sí mismo y a los demás, de la capacidad de tomar decisiones y
controlar la vida propia y de asegurar que la sociedad en que uno vive ofrezca
a todos sus miembros la posibilidad de gozar de un buen estado de salud. .
Cuando se piensa en promover el autocuidado en el marco del desarrollo humano, se requiere que toda persona pueda ser, tener, hacer y estar; ella necesita la satisfacción y el desarrollo en condiciones de equidad que le permitan la subsistencia, el afecto, la protección, la participación, el entendimiento, el ocio, la creación, la libertad y la identidad. Es por ello, que siempre se debe tomar en cuenta que el adulto mayor debe estar centrado en sus actividades de la vida diaria.
Las Actividades de la Vida Diaria.
Se define las actividades de la vida diaria como “El proceso espontaneo de resolución de problemas e indicación de lo que hay que hacer en primer lugar para responder a las necesidades de la persona y resolver problemas sencillos, sin una finalidad concreta de evolución hacia la autonomía o el mayor bienestar.” . De igual manera, las actividades de la vida diaria también se define como “las tareas que una persona debe ser capaz de realizar para cuidar de sí mismo independientemente, incluyendo el cuidado personal, la comunicación y el desplazamiento”. .
Los diferentes avances en el ámbito de la biomedicina, el aumento de la esperanza de vida y el estado del bienestar también han contribuido a que en el mundo occidental uno de los valores más preciados sea la independencia y autonomía personal. Los conceptos de independencia y autonomía personal inexorablemente están unidos al de actividades de la vida diaria. De hecho, la independencia y autonomía personal se refiere a la misma en las actividades de la vida diaria. Dentro de las diferentes posibilidades de actuación hay un tipo de actividades que son comunes a las distintas culturas y tiempos y tienen que ver con la supervivencia y mantenimiento personal. Otras conductas son rutinarias, esperables y, a veces, responden a las responsabilidades personales en función de los distintos roles. A estas actividades se las conoce habitualmente como actividades de la vida diaria (también conocidas como AVD).
Las actividades básicas de la vida diaria (ABVD)
Es necesario la evaluación funcional del adulto mayor para la ejecución de sus actividades básicas en la cual se analiza la capacidad para realizarla y la necesidad de ayuda para las mismas, las cuales puede ejecutar el adulto mayor en forma independiente las cuales son definidas como: Las actividades Básicas de la Vida Diaria como las tareas que realiza el adulto mayor propio de su autocuidado sin ayuda o con ayuda. Entre las cuales se encuentra, la alimentación, vestido, calzado, baño, continencia de esfínteres, uso de inodoro, arreglo personal, levantarse y sentarse de la cama y silla. . Además señalan que “la autosuficiencia en el cuidado de uno mismo y su entorno es una de las dimensiones imprescindibles cualquiera que sea el concepto de calidad de vida que se adopte”. .
En relación a las actividades de la vida cotidiana Poletti señala en el modelo de enfermería de Roper las actividades de la vida cotidiana: Son las que permiten la satisfacción de las necesidades básicas… y que debido a la connotación de estas palabras necesidad tiene una connotación negativa y actividad tiene una connotación positiva, de igual manera, la teorizante cita las categorías de la vida cotidiana como son: alimentación, eliminación, limpieza personal, vestido, socialización, trabajo,.
En cuanto a la capacidad del adulto mayor Fernández N y otros, señalan que ellos: Establecen las dimensiones más frecuentes en los procedimientos de evaluación de las actividades de la vida diaria para: vestirse y calzarse, es parte de su vida cotidiana como colocarse y quitarse la ropa, atarse cordones, abrocharse botones y seleccionar y ordenar la ropa. También desarrollan tareas se cuidado e higiene como el baño y arreglo personal sin precisar ayuda para bañarse parcial o completamente, al igual es autosuficiente para peinarse, cuidarse el cabello, afeitarse, limpiarse los dientes o prótesis, lavarse, secarse la cara, aplicarse cosméticos y cuidarse las uñas. .
Se caracterizan por ser universales, estar ligadas a la supervivencia y condición humana, a las necesidades básicas, estar dirigidas a uno mismo y suponer un mínimo esfuerzo cognitivo, automatizándose su ejecución tempranamente (alrededor de los 6 años), con el fin de lograr la independencia personal. Se menciona que habitualmente dentro de las ABVD se incluyen la alimentación, el aseo, baño, vestido, movilidad personal, sueño y descanso. . No obstante, conviene reconocer el hecho de que las actividades relacionadas con la supervivencia son actividades dependientes de cada cultura, que regula el modo para llevarlas a cabo adecuadamente, a través de rituales que en algunas ocasiones hacen difícil su asimilación y comprensión, así como su desempeño eficaz.
Poseen además, “Una función social básica, puesto que son indispensables para ser admitido y reconocido como un miembro perteneciente a una determinada comunidad. Es decir, constituyen el soporte mínimo para que se dé una integración social básica, permitiendo a cada sujeto realizar actividades que lo incorporan a lo social y, a la vez, se conforman en insignias que permiten reconocer a un individuo como perteneciente a una determinada cultura y sociedad.” En cambio, las actividades instrumentales de la vida diaria se expresan de la siguiente manera.
Las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD).
Conllevan un mayor sesgo cultural, están ligadas al entorno, suelen ser instrumentales, frente a las primeras que son finalistas, son un medio para obtener o realizar otra acción, suponen una mayor complejidad cognitiva y motriz e implican la interacción con el medio, tales como utilizar distintos sistemas de comunicación, escribir, hablar por teléfono, movilidad comunitaria (conducir, uso de medios de transporte), mantenimiento de la propia salud, manejo de dinero, realización de compras, establecimiento y cuidado del hogar, cuidar de otro, uso de procedimientos de seguridad y respuesta ante emergencias.
Existen actividades de la vida diaria que exige el adulto mayor realizar tareas para integrarse a la comunidad de una manera activa, en tal sentido, se señala que “las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) indican la capacidad que tiene un sujeto para llevar una vida independiente en la comunidad como por ejemplo tareas del hogar, realizar compras, manejo de dinero y responsabilidad sobre la medicación”.. al analizar los aspectos explicados selecciono las actividades instrumentales que se definen operacionalmente como la capacidad que tiene el adulto mayor para llevar una vida independiente en la comunidad.
De la misma manera el adulto mayor debe ser capaz de responsabilizarse en el cumplimiento del tratamiento farmacológico indicado, tomando en cuenta que por lo general están asociados a enfermedades crónicas que exigen un tratamiento prolongado y continuo.
No obstante la Clasificación Internacional de la Salud, la Discapacidad y el Funcionamiento (CIF, 2001), Citado por Fernández N. y otros, hacen la distinción de actividades básicas e instrumentales y proponen otra taxonomía: Aprendizaje y utilización del conocimiento: experiencias sensoria-les intencionadas, aprendizaje básico, aplicación de cono-cimiento, resolución de problemas y toma de decisiones. Tareas y demandas generales: realización de tareas sencillas o complejas, organizar rutinas y manejar el estrés. Comunicación: recepción y producción de mensajes, llevar a cabo conversaciones y utilización de instrumentos y técnicas de comunicación. Movilidad: cambiar y mantener la posición del cuerpo; llevar, mover y usar objetos; andar y moverse y desplazarse utilizando medios de transporte Autocuidado: lavarse y secarse, cuidado del propio cuerpo, vestirse, comer, beber y cuidar la propia salud. Vida doméstica: conseguir un lugar para vivir, comida, ropa y otras necesidades; tareas del hogar (limpiar y reparar el hogar, cuidar los objetos personales y de los del hogar y ayudar a otras personas. Interacciones y relaciones interpersonales: llevar a cabo interacciones interpersonales, particulares y generales de manera adecuada al contexto y entorno social. Áreas principales de la vida: educación, trabajo y empleo, y vida económica. Vida comunitaria, social y cívica: participación en la vida social fuera del ámbito familiar. .
Cuando se piensa en promover el autocuidado en el marco del desarrollo humano, se requiere que toda persona pueda ser, tener, hacer y estar; ella necesita la satisfacción y el desarrollo en condiciones de equidad que le permitan la subsistencia, el afecto, la protección, la participación, el entendimiento, el ocio, la creación, la libertad y la identidad. Es por ello, que siempre se debe tomar en cuenta que el adulto mayor debe estar centrado en sus actividades de la vida diaria.
Las Actividades de la Vida Diaria.
Se define las actividades de la vida diaria como “El proceso espontaneo de resolución de problemas e indicación de lo que hay que hacer en primer lugar para responder a las necesidades de la persona y resolver problemas sencillos, sin una finalidad concreta de evolución hacia la autonomía o el mayor bienestar.” . De igual manera, las actividades de la vida diaria también se define como “las tareas que una persona debe ser capaz de realizar para cuidar de sí mismo independientemente, incluyendo el cuidado personal, la comunicación y el desplazamiento”. .
Los diferentes avances en el ámbito de la biomedicina, el aumento de la esperanza de vida y el estado del bienestar también han contribuido a que en el mundo occidental uno de los valores más preciados sea la independencia y autonomía personal. Los conceptos de independencia y autonomía personal inexorablemente están unidos al de actividades de la vida diaria. De hecho, la independencia y autonomía personal se refiere a la misma en las actividades de la vida diaria. Dentro de las diferentes posibilidades de actuación hay un tipo de actividades que son comunes a las distintas culturas y tiempos y tienen que ver con la supervivencia y mantenimiento personal. Otras conductas son rutinarias, esperables y, a veces, responden a las responsabilidades personales en función de los distintos roles. A estas actividades se las conoce habitualmente como actividades de la vida diaria (también conocidas como AVD).
Las actividades básicas de la vida diaria (ABVD)
Es necesario la evaluación funcional del adulto mayor para la ejecución de sus actividades básicas en la cual se analiza la capacidad para realizarla y la necesidad de ayuda para las mismas, las cuales puede ejecutar el adulto mayor en forma independiente las cuales son definidas como: Las actividades Básicas de la Vida Diaria como las tareas que realiza el adulto mayor propio de su autocuidado sin ayuda o con ayuda. Entre las cuales se encuentra, la alimentación, vestido, calzado, baño, continencia de esfínteres, uso de inodoro, arreglo personal, levantarse y sentarse de la cama y silla. . Además señalan que “la autosuficiencia en el cuidado de uno mismo y su entorno es una de las dimensiones imprescindibles cualquiera que sea el concepto de calidad de vida que se adopte”. .
En relación a las actividades de la vida cotidiana Poletti señala en el modelo de enfermería de Roper las actividades de la vida cotidiana: Son las que permiten la satisfacción de las necesidades básicas… y que debido a la connotación de estas palabras necesidad tiene una connotación negativa y actividad tiene una connotación positiva, de igual manera, la teorizante cita las categorías de la vida cotidiana como son: alimentación, eliminación, limpieza personal, vestido, socialización, trabajo,.
En cuanto a la capacidad del adulto mayor Fernández N y otros, señalan que ellos: Establecen las dimensiones más frecuentes en los procedimientos de evaluación de las actividades de la vida diaria para: vestirse y calzarse, es parte de su vida cotidiana como colocarse y quitarse la ropa, atarse cordones, abrocharse botones y seleccionar y ordenar la ropa. También desarrollan tareas se cuidado e higiene como el baño y arreglo personal sin precisar ayuda para bañarse parcial o completamente, al igual es autosuficiente para peinarse, cuidarse el cabello, afeitarse, limpiarse los dientes o prótesis, lavarse, secarse la cara, aplicarse cosméticos y cuidarse las uñas. .
Se caracterizan por ser universales, estar ligadas a la supervivencia y condición humana, a las necesidades básicas, estar dirigidas a uno mismo y suponer un mínimo esfuerzo cognitivo, automatizándose su ejecución tempranamente (alrededor de los 6 años), con el fin de lograr la independencia personal. Se menciona que habitualmente dentro de las ABVD se incluyen la alimentación, el aseo, baño, vestido, movilidad personal, sueño y descanso. . No obstante, conviene reconocer el hecho de que las actividades relacionadas con la supervivencia son actividades dependientes de cada cultura, que regula el modo para llevarlas a cabo adecuadamente, a través de rituales que en algunas ocasiones hacen difícil su asimilación y comprensión, así como su desempeño eficaz.
Poseen además, “Una función social básica, puesto que son indispensables para ser admitido y reconocido como un miembro perteneciente a una determinada comunidad. Es decir, constituyen el soporte mínimo para que se dé una integración social básica, permitiendo a cada sujeto realizar actividades que lo incorporan a lo social y, a la vez, se conforman en insignias que permiten reconocer a un individuo como perteneciente a una determinada cultura y sociedad.” En cambio, las actividades instrumentales de la vida diaria se expresan de la siguiente manera.
Las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD).
Conllevan un mayor sesgo cultural, están ligadas al entorno, suelen ser instrumentales, frente a las primeras que son finalistas, son un medio para obtener o realizar otra acción, suponen una mayor complejidad cognitiva y motriz e implican la interacción con el medio, tales como utilizar distintos sistemas de comunicación, escribir, hablar por teléfono, movilidad comunitaria (conducir, uso de medios de transporte), mantenimiento de la propia salud, manejo de dinero, realización de compras, establecimiento y cuidado del hogar, cuidar de otro, uso de procedimientos de seguridad y respuesta ante emergencias.
Existen actividades de la vida diaria que exige el adulto mayor realizar tareas para integrarse a la comunidad de una manera activa, en tal sentido, se señala que “las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) indican la capacidad que tiene un sujeto para llevar una vida independiente en la comunidad como por ejemplo tareas del hogar, realizar compras, manejo de dinero y responsabilidad sobre la medicación”.. al analizar los aspectos explicados selecciono las actividades instrumentales que se definen operacionalmente como la capacidad que tiene el adulto mayor para llevar una vida independiente en la comunidad.
De la misma manera el adulto mayor debe ser capaz de responsabilizarse en el cumplimiento del tratamiento farmacológico indicado, tomando en cuenta que por lo general están asociados a enfermedades crónicas que exigen un tratamiento prolongado y continuo.
No obstante la Clasificación Internacional de la Salud, la Discapacidad y el Funcionamiento (CIF, 2001), Citado por Fernández N. y otros, hacen la distinción de actividades básicas e instrumentales y proponen otra taxonomía: Aprendizaje y utilización del conocimiento: experiencias sensoria-les intencionadas, aprendizaje básico, aplicación de cono-cimiento, resolución de problemas y toma de decisiones. Tareas y demandas generales: realización de tareas sencillas o complejas, organizar rutinas y manejar el estrés. Comunicación: recepción y producción de mensajes, llevar a cabo conversaciones y utilización de instrumentos y técnicas de comunicación. Movilidad: cambiar y mantener la posición del cuerpo; llevar, mover y usar objetos; andar y moverse y desplazarse utilizando medios de transporte Autocuidado: lavarse y secarse, cuidado del propio cuerpo, vestirse, comer, beber y cuidar la propia salud. Vida doméstica: conseguir un lugar para vivir, comida, ropa y otras necesidades; tareas del hogar (limpiar y reparar el hogar, cuidar los objetos personales y de los del hogar y ayudar a otras personas. Interacciones y relaciones interpersonales: llevar a cabo interacciones interpersonales, particulares y generales de manera adecuada al contexto y entorno social. Áreas principales de la vida: educación, trabajo y empleo, y vida económica. Vida comunitaria, social y cívica: participación en la vida social fuera del ámbito familiar. .
UTILIZAR EL PROGRAMA DE ACUERDO A LOS FACTORES DE RIESGO
El estilo de vida sedentario que esta actitud genera, constituye, por
sí solo, un factor de riesgo para la salud, pues se ha podido
demostrar, que favorece la aparición de enfermedades como las cardiovasculares,
determinados tipos de cáncer, la osteoporosis, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, las
hiperlipidemias, la obesidad, y el exceso de estrés y favorecen los procesos degenerativos propios
del envejecimiento muchas veces asociados a hábitos alimentarios inadecuados
que también conspiran en detrimento de la salud
Si bien el fenómeno de
la inactividad física, hipokinesia o sedentarismo resulta perjudicial para
todas las edades y sexos, en la edad adulta resulta aún más dañino, pues es el
período de la vida de las personas, comprendido entre la juventud y la ancianidad donde
se producen la mayor cantidad de morbilidad y mortalidad evitable por
enfermedades crónicas.
Se requerirán nuevas estrategias en los distintos programas de atención, buscar
alternativas para mantener adecuados niveles de salud en que el combate contra
el sedentarismo ocupa un lugar importante. Se precisa, en este sentido, valorar
las particularidades de cada estado, tanto en los recursos que posee, como en las
características de su población adulta para tomar providencias al respecto.
Resulta pues provechoso considerar la práctica del ejercicio físico, a la hora
de ralentizar el proceso de envejecimiento con el reconocimiento de los
beneficios que esta actividad trae para el adulto, considerando trabajar de
manera común con las instituciones sanitarias y demás
organismos que rigen la consolidación del bienestar de esta población en el
país..
. Las principales causas
de muerte en el ámbito mundial lo constituyen las enfermedades
cardiovasculares, el cáncer y las cerebro vasculares por este orden y varias de
ellas, para no ser absolutos, están asociados estilos de vida sedentarios y
nocivos hábitos alimentarios que, en Venezuela, se ponen de manifiesto, los que
provocan, primero, una marcada tendencia a la obesidad y luego a la aparición
de estas dolencias.
Es por ello que se
convierten en foco principal de atención para el sector de salud. Las
principales formas de contrarrestar este flagelo pueden ser a través de la
promoción de la salud dirigida a cambiar el estilo de vida individual y
colectiva con la participación, no sólo del sector de la salud, sino de todos
los sectores de la sociedad.
No es ocioso examinar
los principales factores de riesgo que son comunes para las enfermedades
cardiovasculares, cerebro vascular y para la hipertensión en su doble función como factor de riesgo y
enfermedad.
Los factores de riesgo más
importantes en los accidentes cerebro vasculares son la hipertensión, la
enfermedad cardiaca, la diabetes y el consumo de cigarrillos. Otros factores
incluyen el elevado consumo de alcohol, niveles altos de colesterol en la
sangre, consumo de drogas ilícitas y condiciones genéticas o congénitas, especialmente
anomalías vasculares. Las personas con más de un factor de riesgo tienen lo que
se conoce como una "amplificación del riesgo". Esto significa que los
factores de riesgo múltiples aumentan sus efectos destructivos y crean un
riesgo general mayor que el efecto acumulativo simple de los factores de riesgo
individuales
""Gracias al Programa Nacional de atención al
adulto mayor, Venezuela es una de las naciones del Tercer Mundo que ha hecho
por este segmento poblacional y es el tercer país en el continente americano
que elevó en unos 20 años la expectativa de vida de su población, logro sólo superado
por países altamente desarrollados como Canadá y Estados Unidos"".
La creación de los
círculos de abuelos es uno de los niveles que atiende dicho programa
contribuyendo en la recuperación de las capacidades físicas, la sociabilidad y
la autonomía, es una experiencia genuinamente venezolana sobre la aplicación de
los criterios de promoción de salud en el adulto
mayor, los cuales fueron creados en 2003 en aras de brindar una incorporación
más plena a la sociedad y elevar el estilo de vida de estas personas mediante
el ejercicio físico, y brindarle una atención diferenciada al adulto mayor en
todas sus problemas de salud, fundamentalmente en las enfermedades crónicas y
degenerativas propias de la edad, entre ellas, las enfermedades articulares.
El trabajo del
colaborador de Barrio Adentro Deportivo conjuntamente con el círculo de abuelos
constituye un punto de apoyo en el medio social venezolano para que se tomen en
consideración todos aquellos aspectos psicológicos que favorecen un
envejecimiento normal y satisfactorio.
(AMPLIAR)
CARACTERIZAR EL PROGRAMA MSDS DE
ACUERDO A LOS FACTORES DE RIESGO
UTILIZAR LOS PROGRAMAS DEL MSDS DE
ACUERDO A LOS FACTORES DE RIESGO
Hoy en día, la
importancia de abordar el envejecimiento
de la población
adquiere una relevancia
política, social y
económica que plantea
numerosos desafíos para el futuro cercano. De no mediar un
cambio en las políticas sociales, insertando
el envejecimiento en el centro
de la discusión, se generará una serie de presiones económicas, sociales y políticas,
que serán difíciles de sostener. En este sentido, la base de la inseguridad económico-social
de las personas mayores provendrá de una
aguda carencia de recursos, por lo que las políticas gubernamentales orientadas
a ellas deben actuar con la debida anticipación para
generar un re direccionamiento oportuno en
las tendencias actuales. En lo básico,
esto requiere de la
capacidad de fomentar el envejecimiento activo, saludable y
productivo, sin eliminar las políticas asistenciales actualmente en curso,
sino cambiando el
énfasis. Parte importante de esto tiene que ver con una conceptualización
de la política hacia las personas mayores que aborde el desafío desde un
enfoque de derechos, el cual deberá sustentar el desarrollo de servicios de
diversa índole -sociales y sanitarios-
que permitan a las personas envejecer contando con protección frente a la
vulnerabilidad.
Los factores que
han llevado a países desarrollados y en
vías de desarrollo a un proceso de envejecimiento demográfico son
principalmente los cambios en la fecundidad y la mortalidad que, traen como
consecuencia el descenso del ritmo de crecimiento medio anual de la población y
una estructura por edades cada vez más envejecida. Asimismo, la migración -
interna e internacional - puede influir tanto a nivel nacional o subnacional en
el envejecimiento de la población, puesto que este proceso social se da
principalmente entre los jóvenes y adultos jóvenes, que tienen una mayor
probabilidad de migrar por motivos económicos,
laborales o de estudios.
Atención al
adulto mayor.
La población venezolana de Adultos Mayores,
específicamente la de 60 y más años, ha crecido en un 45 por ciento en los
últimos diez (10) años, por lo que actualmente existe una población aproximada
de 1.788.530 personas mayores, y de las cuales el Instituto Nacional de
Geriatría y Gerontología (INAGER), adscrito al Ministerio de Salud y Desarrollo
Social, atendió directamente, durante el año 2003, un estimado de 572.000
personas a través de los siguientes programas sociales y servicios de atención
a los adultos mayores:
- Programa de Ayudas Económicas: el Instituto
concede Ayudas Económicas a los Adultos Mayores (60 y más años) previa
evaluación mediante estudios socio-económicos y con el cual se benefician
actualmente a l02.000 adultos mayores a razón de Bs. 60.000 (31,25 dólares
EE.UU.) mensuales, lo cual representa un monto anual de Bs. 73.440 millones
(38,25 millones de dólares
EE.UU.).
- Programas de Asistencia Médica Geriátrica;
Programa de Atención Nutricional al Adulto Mayor, Programa de Atención Social,
Programa de Servicios de Comunicaciones y Programas Especiales (Hogar
Sustituto, Gerogranjas y Clubes). Con estos Programas se beneficiaron un total
de 572.000 adultos mayores.
Las Gerogranjas cuentan actualmente con el
funcionamiento de 11 establecimientos donde participan un promedio de 200
adultos mayores en actividades de laborterapia, áreas agrícolas, pecuarias y
artesanales-recreativas
(AMPLIAR)
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El PAE debe brindar cuidados tomando en cuenta la esfera biológica, psicológica, social, cultural y espiritual del adulto mayor, pero no como elementos separados sino como, un solo componente sabiendo que, si en algún momento cualquiera de estas esferas se ve afectada, comenzara una reacción en cadena que afectara a la persona en su totalidad. Para lograr que un PAE tenga resultados benéficos para el anciano debe también tomarse como un proceso multidisciplinario lo que le dará un enfoque humanizado.